Situado en el extremo occidental de los Jubilee Gardens a la orilla del Támesis, el London Eye, también conocido anteriormente como Millennium Wheel, es una de las nuevas atracciones turísticas más conocidas de Londres. Hoy desde El Ibérico pasamos a comentaros una serie de curiosidades sobre la noria más famosa de Londres:
1. 75 millones de libras
La construcción del London Eye tuvo un coste aproximado de 75 millones de libras, la misma cantidad que se pagó por el traspaso de Luis Suárez desde el Liverpool al Barcelona. Fue inaugurado el 31 de diciembre de 1999 para conmemorar la llegada del nuevo milenio, pero una serie de problemas técnicos demoraron su apertura al público hasta marzo del 2000.
2. Algunos números
Si algo destaca en dicha atracción es su avanzado mecanismo de tracción. Está compuesto de 32 rodillos guía de acero revestidos de poliuretano, 64 amortiguadores especiales, 28 muelles compuestos de acero y caucho y un pivote central de 23 metros y 335 toneladas de peso. En su conjunto, el London Eye tiene una altura de 135 metros y un diámetro de 120, y la circunferencia de la rueda son 424 metros.
3. Técnicamente no es una noria
Todo el mundo la llama noria, pero desde el punto de vista técnico es una «rueda de observación en voladizo». Ello se debe a que toda su estructura está anclada de un solo lado mediante un armazón en forma de A, lo que le da ese aspecto de «rueda de bicicleta».
4. Unas vistas espectaculares
Desde el punto de vista más elevado y si el cielo está despejado se puede ver hasta una distancia de 40 kilómetros. Para aquellos que también gozan de buena vista se puede incluso llegar a apreciar el castillo de Windsor.
5. Una de las más grandes del mundo
Desde su apertura en marzo del 2000 y hasta mayo del 2006 fue la mayor noria-mirador del mundo, momento en que fue superada por la estrella de Nanchang, y tras la inauguración de la Singapore Flyer en 2008 pasó a ocupar la tercera posición.
6. Las cabinas
Consta de 32 cabinas, selladas y climatizadas, y que tienen una dimensión de 8 metros de longitud y 4 de diámetro. Las cabinas están numeradas del 1 al 33, dado que por superstición se omitió la cápsula número 13. Cada una de ellas tiene un peso de 10 toneladas, y evitan el balanceo y la obstaculización de la vista mediante un sistema de fijación a la parte superior de la rueda mediante anillos.
7. Problemas con el alquiler
En 2005 se filtró que dicha atracción podía ser cerrada. La empresa Southbank Centre, propietaria del terreno donde se sitúan los pilares del London Eye, exigió un incremento en el precio pagado por el uso de dicho espacio, que pasaría de 65.000 libras anuales a 2.5 millones. Los administradores declararon que ello hacía inviable el proyecto, y el entonces alcalde de Londres Ken Livingstone prometió que la atracción continuaría abierta llegando incluso a ejecutar, si era necesario, una orden de compra obligatoria.
La disputa quedó resuelta en febrero de 2006 cuando las partes implicadas firmaron un contrato de arrendamiento por 25 años con un coste de 500.000 libras anuales.
8. Iluminación camaleónica
El sistema de iluminación está controlado digitalmente y se modifica en función de los eventos que acaecen en el momento. Por ejemplo, en conmemoración de la boda entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton, el London Eye fue iluminado con los colores de la bandera británica, algo que se repitió durante los Juegos Olímpicos en 2012.
9. Millones de visitantes
Se ha calculado que desde su apertura ha sido visitada por 3.75 millones de turistas cada año, lo que la convierte en la atracción de pago más popular de Londres por delante incluso de la Torre de Londres pero a mucha distancia del British Museum y la National Gallery, que casi duplican el número de llegadas. Así que no es de extrañar que las colas para subir a la noria sean bastante largas, por lo que una buena opción para ahorrar tiempo es reservar online.
10. No es la primera noria de Londres
No hay pueblo o ciudad en el Reino Unido que no disponga de su propia noria, y en el caso de Londres ya había una atracción similar hace más de un siglo. Desde 1895 y hasta 1906, la capital británica disfrutó del Great Wheel, una noria de menor tamaño construida por los ingenieros Adam Gaddelin y Gareth Watson y que durante su década de vida fue utilizada por más de dos millones y medio de visitantes.
11. Velocidad de tortuga
Como norma general, el London Eye no se detiene nunca, pero su velocidad es poco más que el doble de una tortuga corriendo. Se desplaza a una velocidad de 0.9 kilómetros por hora o 26 centímetros por segundo, y tarda poco menos de 30 minutos en dar una vuelta completa. Puede realizar pequeñas pausas para permitir a personas mayores o discapacitadas la entrada y salida de las cápsulas.