Carabante impregna el London Spanish Film Festival de «humor, amor y rebeldía»
Emocional. Ésta es una de las palabras que mejor describe al cineasta malagueño Chiqui Carabante. Capaz de irse a Suiza a los 17 años con su maleta -«aún recuerdo cuánto lloré cuando puse esas maletas en suelo suizo»- y trabajar para ahorrar dinero, que posteriormente invirtió en sus estudios de arte dramático en Sevilla. Capaz de recorrer media Europa sólo por ver la cara de la chica de la que estaba enamorado, capaz de trepar edificios para encontrarla: «yo me mato, pero la veo» y capaz de rodar 12+1: una comedia metafísica con muy bajo presupuesto y excelentes resultados.
Con esas experiencias vitales y ese bagaje interior es normal que Chiqui Carabante sea capaz de conseguir cualquier cosa que se proponga, y en este caso: su segundo largometraje, 12+1: «Yo me acuerdo de presentar el proyecto a productores y apuntar en mi libreta, porque tengo mi libreta de productores: Éste me ha dicho que no, éste también que no, éste que no… y eso en el fondo me pone. Después de mucha lucha conseguí la subvención y ahí arrancó todo. Pero eso sí, lo más difícil una vez que lo consigues es creértelo».
Dicho y hecho. Cinco semanas de rodaje en las paradisíacas dunas de Corralejo, Fuerteventura, con unas condiciones climáticas bastante duras y un guión que Carabante había comenzado a escribir años atrás «sobre un personaje que estaba perdido y que es seguido por un grupo de personas que le pedían respuestas y, de forma natural, se convirtió en Jesús, quizá por mi educación». Pero la película no es muy católica… «Esta película es cristiana, que no católica, y si Cristo existió fue un poeta radical».
Más allá de ello, 12+1 es una comedia metafísica donde quizá todo tiene mucho sentido aunque no está narrada al uso -con nudo, trama y desenlace – sino que plantea historias, emociones, que dejan abiertas situaciones reales, capítulos sin final donde el espectador puede decidir: «no me gusta dar mensaje, cada uno que elija su final, nada es conclusivo. Estas son historias que ocurren en el camino, trazadas con amor, humor y rebeldía».
Con un equipo coral de más de quince actores, encabezado por el vasco Gorka Zubeldia, que interpreta un sublime Jesucristo, con un apóstol mujer llamado Juan e interpretado por Aránzazu Garrástazu – «ella ha sido un ángel sobre mi mesa», apostilla Carabante- destaca la fotografía, obra del sevillano Juan González, y el buen hacer de un equipo que sobrevivió al desierto con el fin de contar esta historia metafísica.
Ganadora de la Biznaga de Plata en el Festival de Cine de Málaga 2012 y seleccionada en el London Spanish Film Festival, 12+1 es una comedia metafísica que tiene mucho sentido.
Por cierto que nuestro Embajador Español en Londres, el Señor Trillo, recibió al equipo de la comedia, quienes, como buenos invitados llevaron bombones que además de endulzar la velada impregnaron la embajada española de 12 +1 o lo que es lo mismo humor, amor y rebeldía.