La red social Facebook ha dado el paso definitivo tras miles de mensajes en los muros quejándose por el cambio en los términos de uso. Ha terminado por ceder, aunque con ciertas restricciones: permite a sus clientes votar sobre la propuesta de cambios , pero solo deja cinco días para hacerlo, desde ayer 5 de diciembre hasta el próximo día 10. Además de pedir que al menos el 30% del censo vote. Una cifra bastante sencilla de alcanzar si no fuese porque en Facebook hay más de mil millones de usuario registrados, y muchos no entran frecuentemente, un factor que no se tiene en cuenta en este recuento.
Con un lapso de tiempo tan corto es difícil que 300 millones de usuarios pasen por la página para dejar su voto. Ni siquiera parece factible que se enteren de esta consulta. Así lo declaran en su notificación: Si los votos no llegan al 30% ningún resultado será vinculante, simplemente consultivo». «Facebook hará lo que quiera, dejando atraás su política inicial».
Los dos temas más controvertidos son los contenidos del Timeline (el otrora muro) y la gestión de las ‘cookies’, pequeños archivos que almacenan la información de navegación y sirven para adaptar la publicidad a las rutinas del usuario.
Elliot Schrage, vicepresidente de comunicaciones, políticas públicas y marketing de la red social, ha señalado el motivo de esta consulta: «Algunos usuarios nos han pedido que aclaráramos el contenido propuesto en nuestra Política de uso de datos que explica que compartiremos información con nuestros afiliados corporativos. Esta disposición es estándar en el sector y promueve el uso eficaz de los servicios que prestan Facebook y sus afiliados».
La conocida red social sigue sin proponer una normativa diáfana y sencilla. La propia explicación en la página de lo sucedido resulta tediosa y larga.