No es fácil comenzar tu carrera profesional en otro país, solo y sin conocer el idioma; y mucho menos ascender de estatus social rápidamente. Aunque todo es posible. Como es el caso de Jesús Rodríguez, técnico de Industrial Rope Acess Trade Association, que hace poco más de un año llegó a Londres con un objetivo claro: aprender inglés y ascender laboralmente.
Jesús es un joven sevillano graduado como Técnico Deportivo en su ciudad natal y que, tras llegar a Londres, comenzó su andadura trabajando en el mundo de la hostelería. Un sector que por suerte no era desconocido para él, pero que no le proporcionaba el capital económico necesario para vivir en la gran ciudad. Por lo que, después de poco más de cuatro meses, tomó la decisión de dejar su carrera profesional en el campo de la hostelería para encauzarla hacia otro sector completamente diferente: el de los trabajos verticales.
Convirtiéndose así en Abseiler, nombre coloquial que se utiliza para denominar a los técnicos de Trabajo en Alturas, tanto de construcción como de ingeniería civil o mantenimiento de edificios. “Después de un mes leyendo, investigando y recibiendo muchísima información acerca de los cursos de IRATA tomé la decisión de rechazar mi contrato de trabajo y comenzar a hacer el curso”, nos decía Jesús. Una decisión que no fue fácil y que no habría conseguido sin el apoyo de su familia.
La falta de recursos económicos, el miedo a fracasar y la barrera del idioma fueron grandes enemigos para el joven sevillano a la hora de emprender su camino. Aunque para él haber desempeñado en España una función relacionada con esa actividad y con la escalada le ayudó bastante en su iniciación y para pasar satisfactoriamente el curso, a pesar del bajo nivel de inglés que tenía por aquel entonces.
Uno de los técnicos del conocido como ‘Trabajo en Alturas’“Fue una semana muy difícil”. Pero, después de cinco días de curso intensivo y de trabajo extra en casa (traducción, interpretación y memorización de las clases impartidas), consiguió aprobar tanto la parte teórica del examen como la práctica; lo cual le proporcionó su actual titulación de IRATA. Un examen que no todos los alumnos son capaces de pasar, según nos contaba Alejandro Maza, un joven mejicano IRATA. Alejandro, que se mudó a Londres hace varios años, tuvo que estar aproximadamente ocho meses trabajando de barman, y reuniendo los fondos económicos necesarios para poder realizar el curso.
Él, en su caso, conocía de primera mano la profesión puesto que su hermano también se dedicaba a ello. Nos confesó en su entrevista que lo que realmente buscaba cuando se introdujo en el sector era poder adquirir un buen salario mensual que le permitiera vivir dignamente en Inglaterra. Aunque, una vez dentro, afirma que le parece emocionante su trabajo y le encanta la adrenalina que siente cuando está pendiente de una cuerda y un arnés. El joven señala que, «al principio me daba bastante miedo, pero después se me quitó. No creo que todo el mundo pueda realizar este trabajo, pero tiene la ventaja no más de que te ofrece la oportunidad de enfrentar tus miedos. Y hay que tener una buena forma física, un flaco no podría hacerlo”.
Por su parte, Jesús nos comentaba que es un trabajo bastante duro porque requiere un nivel alto de actividad física. Y a pesar de que parezca todo lo contrario, es muy seguro, pocos son los accidentes ocurridos anualmente en esta profesión en todo el mundo. “Recuerdo que la primera vez que me descolgué de un edificio fue del Ability Place, en Canary Wharf, de ochenta metros de altura, y fue una sensación de temor y de desconfianza, aunque no tanto de miedo”.
El joven sevillano también ha trabajado, junto con otros profesionales altamente cualificados, en el Leadenhall Building, conocido por los locales como “la cuña de queso” y de unos doscientos veinticinco metros de altura. Sin duda, un sector apasionante donde no hay dos días iguales y no existe la rutina. Asimismo, los abseiler son trabajadores self employed y freelance, es decir, lo que conocemos en España como autónomos. Lo cual tiene algunos inconvenientes.
Un hombre ejerciendo la profesión de AbseilingPodríamos decir que cada trabajador es una propia empresa y, por tanto, para asegurarse el trabajo fijo y regular necesita firmar contratos con las distintas compañías y llevar a cabo un trato bastante cercano con estas, lo que requiere el buen manejo del idioma. Según nos cuenta el joven sevillano, “es necesario tener un nivel medio alto de inglés para desenvolverte correctamente, para comprender las indicaciones del equipo de trabajo y para saber cuáles son las directrices de seguridad de la compañía, que estás obligado a firmar y a respetar”.
Londres es una ciudad de oportunidades hecha para los jóvenes emprendedores. Es fácil obtener beneficios del propio esfuerzo, pero hay que trabajar duro tal y como están haciendo Jesús y Alejandro. Un dato esclarecedor es que la mayoría de los españoles que llegan a Londres cada año son personas con formación académica y con títulos superiores, que en muchas ocasiones desaprovechan sus conocimientos desempeñando labores ajenas a su sector.
“Lo realmente difícil es abrirte hueco en tu profesión por la barrera del idioma, pero con esfuerzo y dedicación todo es posible. Y un nivel medio alto de inglés te abre muchísimas puertas”, nos decía Jesús. A quien Inglaterra le ha brindado una gran oportunidad para ampliar su abanico laboral y escalar puestos profesionales, aún así añora su tierra y volver a España con un buen puesto laboral, relacionado con la función que ahora desempeña, es su sueño. “Volver a mi ciudad, estar con mi familia y en mi entorno… Es algo que añoro y que deseo, pero que no ocurrirá hasta que no pueda tener una oferta laboral similar o mejor a la que tengo en esta ciudad”.
Redacción: Elena Rojas
hola me gustaria poder contactar con jesus, quiero ir a trabajar a londres, yo trabajo en trabajo vertical llevo dos años y queria trabajar en londres