Levantarse temprano, viajar como mínimo una hora para llegar al trabajo, aguantar la jornada laboral, comer fuera de casa o tener poco tiempo para alimentarse, coger el metro de nuevo, ir a comprar… ¡Ufff! Agota solo leerlo, ¿verdad? Esta es sin embargo la realidad de la mayoría de las personas que viven en Londres y en otras ciudades grandes. Si al final del día el cansancio y el estrés pueden contigo, y los fines de semana te tiras en el sofá y no pisas la puerta de la calle ni para comprar el pan, puede que estos consejos te ayuden.
1. Duerme las horas que necesitas
El cansancio se siente como falta energía y concentración, irritabilidad, falta de motivación y sensación de sopor. Ese sopor está causado por la falta de sueño o por tener hábitos de sueño inadecuados. Lo ideal es dormir al menos 7 u 8 horas diarias, e incluso echar una cabezada de entre 20 y 40 minutos después de comer, aunque sea en el lugar de trabajo. No es necesario que esa siesta sea profunda, pero el solo hecho de cerrar los ojos, recostarse y dejarse llevar por un sueño ligero produce descanso.
2. Date un capricho de vez en cuando
Ten en cuenta que no todo va a ser trabajar. Londres exprime muchísimo a nivel de trabajo, pero también te da mucho. A nivel de ocio ni qué hablar. Hay un montón de museos que puedes visitar, o incluso, hacer algún tour gratuito que tan de moda se han puesto en la ciudad del Támesis. También puede «hacerte un regalo» sin salir de casa y comprarte ese par de zapatillas de running que tanto tiempo llevas pensando en comprar. En Amazon, tienes una gran variedad de zapatillas deportivas y siempre puedes comunicarte con ellos a través de este enlace.
3. Resiste la tentación de la pantalla
«Va, me quedo media hora más y veo terminar el capítulo de mi serie favorita». Esta tontería puede suponer que pases el día siguiente hecho polvo, literalmente. Esos 30 minutos adicionales de sueño que parecen una nimiedad, pueden hacer que te sientas mejor durante 16 horas del día siguiente. Es probable que no lo sientas de inmediato, pero si le concedes al sueño esos 30 minutos un día tras otro, al cabo de una semana sentirás menos cansancio. Además, la luz de las pantallas de cualquier dispositivo genera estrés ya que son señales de alerta, y el estrés conlleva al cansancio y viceversa.
4. Establece una rutina para reducir el estrés
Evita los estimulantes al menos durante 6 horas antes de ir a dormir: el alcohol, la nicotina y la cafeína alteran el sueño. Organiza tu habitación para que sea lo más cómoda y agradable para dormir: oscura, tranquila y ordenada. Si haces ejercicio, hazlo lo más temprano posible. Conviene estar completamente relajado al menos dos horas antes de ir a la cama. Apaga los aparatos móviles, iPads, u otros dispositivos mientras descansas o ves la televisión. Estar pendiente de múltiples pantallas altera la mente y además está asociado al trabajo de forma inconsciente, con lo cual, nunca desconectas y el cansancio hace de nuevo su aparición.
5. No dejes que tu teléfono te despierte
Los teléfonos móviles son una amenaza para el sueño. ¿Eres de los que cuando se despiertan lo primero que hace es mirar el móvil? No te asustes, no eres un bicho raro, hay quien lo hace incluso cuando se levanta a media noche para beber agua o ir al baño, pero lo mejor es dejarlo en otra habitación y usar un reloj-despertador. Si eres inflexible en cuanto a llevar el teléfono a la cama para utilizarlo como despertador o en caso de emergencia, déjalo al menos debajo de la cama o en un sitio que no te resulte muy accesible.
6. Come proteínas con cada comida
Las proteínas ayudan a equilibrar los niveles de azúcar en la sangre y evitan el típico cansancio de media tarde. Además los alimentos ricos en proteínas también suelen contener hierro, una ventaja adicional para cualquiera que esté al borde de la anemia. La carne, el pescado, los huevos, las nueces, las semillas y las legumbres son buenas fuentes.