La Roca, en el Peñón de Gibraltar. El Partido Popular prometía en su programa electoral retomar las negociaciones sobre la cuestión del Peñón de Gibraltar sin especificar si dejaría a un lado el conflicto de la nacionalidad y gobernabilidad del territorio que el partido socialista abandonó durante sus ocho años de mandato en su Foro de Diálogo.
El PP, entonces en la oposición, proponía «recuperar el proceso de Bruselas», proceso que concretamente se refiere a un acuerdo entre España y Reino Unido que data de 1984 por el que se pretende solventar la eterna disputa bajo la fórmula de «dos banderas, tres voces», la bandera española y británica y la voz del pueblo gibraltareño que disfruta de un régimen de autogobierno.
Sin embargo el gobernador de Gibraltar, Fabián Picardo, se ha adelantado a los populares y el pasado febrero decidió cambiar su política sobre las aguas próximas a la costa del territorio, cuestión que parecía haber quedado resuelta en anteriores acuerdos. El argumento de Picardo es el de preservar los caladeros gibraltareños acogiéndose a una ley del año 1991, gibraltareña también, sobre el tipo de redes que los pescadores pueden utilizar y las especies que se pueden capturar, afectando de esta manera a las cofradías gaditanas que faenan habitualmente en esas aguas.
Con esta decisión, Picardo, responsable de los asuntos de defensa y relaciones exteriores del Peñón, ha recuperado el eterno conflicto territorial. España, además de reclamar en numerosas ocasiones el gobierno de los siete kilómetros cuadrados situados en el extremo sur de la Península Ibérica, nunca ha reconocido esas aguas como gibraltareñas ya que, según aclaraba el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, solo las aguas del puerto de la colonia tienen soberanía británica en virtud del Tratado de Utrecht (1713), pero no el perímetro del litoral que reclama Gibraltar. Además, el ministro de PP añadía que «la voluntad de España es el diálogo, la negociación y el buen entendimiento, pero también el respeto a los derechos de los pescadores españoles a pescar en sus aguas», mientras aclaraba que si Gibraltar participa en el diálogo en las mismas condiciones que España y Reino Unido, el Foro de Diálogo dejara de existir.
El ministro británico para
asuntos europeos, David Lidington, reiteró en un comunicado que la posición de Reino Unido sobre la soberanía ni ha cambiado ni cambiará
Por su parte, el Ejecutivo británico se declara al tanto de la situación y la Foreign Office, oficina responsable de las relaciones exteriores, anunció que se estaba hablando con Picardo sobre la disputa pesquera. El ministro británico para asuntos europeos, David Lidington, reiteró en un comunicado que la posición de Reino Unido sobre la soberanía ni ha cambiado ni cambiará: «El Reino Unido nunca entrará en negociaciones para que Gibraltar pase a ser soberanía de otro Estado en contra de sus deseos. Tampoco entrará en un proceso de diálogo que excluya a Gibraltar».
Sin embargo, la cuestión no parece prioritaria para Reino Unido. Mariano Rajoy y el primer ministro británico, David Cameron, se reunieron en Chicago donde se celebraba la cumbre de la OTAN para tratar asuntos que afectaban a los dos países pero el enfrentamiento gibraltareño no estaba en la agenda.
El conflicto ha repercutido también en las relaciones entre los pescadores andaluces que se ven afectados, 53 barcos en La Línea y seis en Algeciras. Mientras que los barcos de la Línea están esperando que se aclare el conflicto, los barcos algecireños han salido a faenar y han sido hostigados por la policía de Gibraltar. A su vez, la Guardia Civil española se ha visto obligada a proteger a los pesqueros españoles mientras el Gobierno denuncia que así se está dejando vía libre a los traficantes en la costa puesto que las fuerzas de seguridad se dedican a otros asuntos. La alcaldesa de La Línea de la Concepción, Gema Araujo, considera que se está manipulando a los pescadores. «Están utilizando la vía de la confrontación y no de diálogo haciendo un perjuicio claro a los intereses de La Línea», afirmaba en un comunicado.
La cuestión de la colonia ha sido uno de los grandes temas a abordados este martes en la reunión mantenida en Londres entre García-Margallo y su homólogo William Hague en un intento de establecer una via de diálogo y entendimiento. De momento, la Reina Sofía ha dado «plantón» a la monarca británica y no asistirá a la celebración del 60 aniversario de la Reina Isabel II como jefa del Estado británico.