En Rusia la fórmula está funcionando y un empresario de ese país ha decidido exportar esta cadena e establecimientos donde cada cliente puede consumir cualquier producto disponible de forma gratuita y solo deberá pagar por los minutos que pase dentro del local.
El cafe al que nos referimos se llama Ziferblat y está situado en el famoso barrio de Shoreditch donde las nuevas ideas son acogidas desde el primer minuto. Con una tarifa de 3 céntimos el minuto, el usuario puede beber tanto café o té como guste y acompañarlo con pasteles o bollería en una hora, por ejemplo, y el importe total sería de 1,80 libras. En el mismo espacio de tiempo, pedir un capuccino y un croassant en otro cafe nos costaría, como media, unas dos libras extras.
El funcionamiento es muy sencillo: al entrar, los clientes deben apuntar la hora de entrada y coger un reloj consigo para poder controlar el tiempo. Al salir, se vuelve a ‘fichar’ y se procede a pagar según el tiempo trasncurrido desde la entrada a la salida del local. No hay tiempo de estancia mínimo ni máximo, eso sí, cada uno tendrá que prepararse lo que vaya a tomar. Para ello, Ziferblat dispone de cafeteras y kettles para preparar café y té, y también algunos snacks, frutas y verduras. Fregar los platos es opcional aunque, tal y como apuntaba al diario The Guardian Ivan Mitin, dueño de Ziferblat, «es gracioso ver cómo la gente hace cola» para dejar todo lo que han utilizado impoluto. Además, Ziferblat tiene Wifi ilimitado para que el cliente puede pasar todo el tiempo que desee sin preocuparse por tener que consumir para seguir utlizando Internet como sucede en algunas cadenas de cafes.
¡Una alternativa en Londres donde todo lo que se sale de lo común acaba triunfando!
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Ziferblat