Con un poco de creatividad, emprender en Internet puede ser una experiencia agradable si se planifican todas las acciones.La actual turbulencia financiera que mantiene en suspense a Europa puede representar una óptima oportunidad para mejorar la situación del inicio de una empresa virtual, porque los pocos ingresos enseñan a planificar gastos, no desperdiciar tiempo productivo y considerar las redes sociales como excelentes herramientas para comunicarse con los consumidores de forma económica y directa
Una oficina virtual tiene múltiples ventajas. En primer lugar, ahorra cerca de 4.500 dólares mensuales por conceptos de alquiler, servicios, equipos y mantenimiento. Además, se puede mostrar una imagen comercial de una gran organización con una adecuada estética digital en un sitio web bien diseñado; así el efecto psicológico en la audiencia estimulará la intención a la compra o el contrato de servicios. Por otra parte, una oficina por Internet podría ahorrar viajes largos y hospedaje en hoteles para sustituirlos por videoconferencias o chats continuos. Por último, un ciberservicio podrá mantener un contacto directo con cada cliente para atender, de forma personalizada, sus inquietudes a través de los perfiles sociales en uso.
Con un poco de creatividad, emprender en Internet puede ser una experiencia agradable si se planifican todas las acciones, más aún cuando se puede documentar el crecimiento de organización y multiplicar eficacia a partir del aporte que realizan las audiencias con cada interacción.
En muchos foros y cuentas de Twitter cientos de entusiastas que quieren tener negocio propio concuerdan en que resulta emocionante hablar con el público cara a cara y saber con exactitud que esperan de un producto. Todo ello, desde una plataforma interactiva diseñada para trabajar como un callcenter virtual adaptado a necesidades comunicativas.