Uno de los principales objetivos de este periódico ha sido siempre dar visibilidad a los profesionales españoles que vienen a Londres buscando un futuro que, de momento, es muy incierto en su propio país. Dificultad que es mayor cuando se trata de la interpretación, una profesión totalmente vocacional y ya de por sí inestable, y que ahora vive una situación complicada agravada por la crisis económica en España.
Hoy hablamos de la experiencia londinense de Pablo Turégano, Paula Rodríguez, Enrique Arce y Maite Jáuregui, dos actrices y dos actores que por diversos motivos se han instalado en la capital británica y no tienen intención de volver a España.
Enrique ha estudiado tres años en Los Ángeles, en Nueva York y ha trabajado en numerosas series de televisión y obras de teatro. Maite ya se subió a un escenario a los 11 años como actriz, pero fue Antonio Mercero en la película Planta 4ª quien le dio el impulso definitivo. Siguió trabajando en televisión hasta conseguir que la aceptaran en una de las mejores escuelas de arte dramático del mundo como es la Royal Academy of Dramatic Art, donde se graduó hace ya un año. Por su parte, Paula está terminado un Master de Interpretación Clásica, becada por la Caixa, en la prestigiosa Royal Central School of Speech and Drama, tras haber pasado por series tan importantes como Cuéntame y actuado en la Compañía Nacional de Teatro Clásico de España. Por último, Pablo, tras varios personajes importantes en series televisivas, algunas obras de teatro y haber estudiado en la no menos prestigiosa London Academy of Music and Dramatic Art, consiguió recibir clases de actores como Paul Gregory, Greg Hicks y Will Keen, entre otros.
Teatro Royal Haymarket/ EluveitieSon profesionales y están muy preparados, continúan formándose y no pierden la ilusión por trabajar algún día junto a los grandes de la escena y de la cinematografía británica. Establecidos en Londres, unos desde hace muy poco meses y otros hace algunos años, aseguran que se sintieron atraídos por la capital europea del teatro tanto como para ampliar estudios, como para perfeccionar su inglés. Siempre teniendo presente el firme propósito de hacer carrera.
¿Qué queréis hacer aquí y qué podéis hacer?
- Yo tengo la sensación de estar donde tenía que estar. Tengo un amigo que es un actor veterano que me dijo “lo tienes todo para salir de España. Si yo tuviera tu edad, tu preparación y tu inglés, me iría ahora mismo”. Y aquí estoy, encontrándome con un grupo de gente con las mismas inquietudes, gente que quiere hacer algo y no quejarse. Ahora estoy inmerso en un proyecto ilusionante y admirable que busca traer obras del teatro español a Reino Unido. Yo viví y trabajé tres años en la Compañía de Repertorio Español de Nueva York, donde pude hacer muchos montajes. Precisamente esto es lo que le hace falta este país: obras españolas.
Maite. Mi objetivo es evidentemente trabajar. Pero es complicado porque no somos ingleses y estamos metidos dentro de otro saco, el de la gente internacional. Aún no somos muchos, pero nuestra presencia está en crecimiento.
- Es verdad, ahora se está empezando a ampliar un poco el panorama. A raíz de las Olimpiadas y las representaciones de muchos países en el Globe Theatre, se dieron cuenta de que había otras culturas. Por eso es un buen momento para mover la interpretación española a tierras británicas. A mí me gustaría probar a desarrollar mi carrera aquí, pero también me gustaría “robarles” un poquito de lo que ellos tienen. Por ejemplo, saber cómo se aproximan a los clásicos para poder luego aplicarlo a los nuestros. Su manera de hacer “Shakespeare” está muy evolucionada…
¿Qué echáis en falta dentro del mundo de la interpretación en Londres? ¿Dónde queda España?
P. R. La cultura británica es muy tolerante y acoge a muchas gentes de otras nacionalidades pero las integra en una estructura social muy clara. Yo cuando llegué me di cuenta de que España, los españoles, no teníamos un lugar de referencia como tienen otras comunidades. Ahora que estamos viniendo tantos españoles aquí, creo que ese lugar es necesario y se puede crear.
P. T. Hay síntomas de que algo está cambiando. Ahora por ejemplo, una compañía española va a representar la obra de Lope de Vega El Castigo sin Venganza en el Globe Theatre. Se va avanzando poco a poco, pero habría que crear un espacio estable con una compañía española fija. Una buena idea sería crear un grupo de profesionales españoles e ingleses que mostraran la cultura de España a todo el mundo.
¿Qué diferencia veis entre el actor británico y el español? ¿Son más técnicos los actores de aquí que los de allí?
P. R. Sí, es otra disciplina y aquí esa técnica la tienen tan asumida que quizá a la hora de trabajar se la toman menos en serio y se la saltan a la torera, se relajan y son muy libres en el trabajo. De este modo, se reinventan a sí mismos. A diferencia con España, el teatro está integrado a nivel social y ser actor es una profesión de prestigio.
P. T. Y también aquí hay un respeto mutuo entre los actores y el público. Los actores saben que al público de aquí no se le puede ofrecer cualquier cosa, sienten esa responsabilidad.
E: Yo añadiría también la cuestión idiomática. Tu no puedes jugar con la musicalidad, las expresiones e inflexiones en un lenguaje como el español, que tiene cinco vocales y doscientas posiciones posibles de la lengua, mientras que el inglés tiene aproximadamente 1200 y 16 vocales. Eso marca una manera de interpretar.
M: Hay otra diferencia quetiene mucho que ver con la educación y con el trabajo de la palabra. Los niños británicos van al teatro y leen mucho. El respeto con el que van a ver representaciones teatrales, su implicación, tomando notas, su respuesta…Todo es diferente. Me consta que después comentan las obras en clase y discuten sobre ella con sus compañeros. También hay que destacar que la educación artística es muy completa aquí. Yo toco el violín desde pequeña y creía que era un plus siendo actriz, pero aquí todo el que va a un casting sabe tocar un instrumento o dos, además de cantar y bailar.
¿Qué les diríais a los jóvenes que están pensando en emigrar y venirse a Londres?
M: Trabajar en Londres es difícil, como en cualquier país del mundo, pero aquí te puedes formar en una cultura diferente, alimentarte de otra manera de trabajar.
P. T. Les diría que sea cual sea su motivación, si están decididos, vengan a probar. No hay otra manera de lograr tus aspiraciones más que seguir tu propio instinto.
E: Si se quiere venir a trabajar aquí, yo le aconsejaría que hiciera un buen trabajo de inglés allí. El idioma es fundamental. También hay que moverse mucho, hay una palabra aquí que es básica: networking. Hay que buscar contactos suficientes para abrir esa puertecita que te dé paso a un buen papel, no puedes estar esperando a que te llamen a casa. Aquí están las mejores escuelas y se hace el mejor teatro del mundo. La competencia es brutal.
P.R. Aquí van a tener más fácil sobrevivir a ese período de adaptación complicado que supone empezar en un sitio nuevo. Aunque no sea trabajo relacionado con tu sector de formación, aquí hay trabajo para empezar a moverte. En un momento como este…¡hay que intentarlo todo!
Si hay algo que estos cuatro actores tienen muy claro es que, a pesar de las dificultades que puedan encontrar para abrirse camino, han venido a quedarse. Conscientes de su preparación, están decididos a demostrar que son unos excelentes profesionales y esperan que tarde o temprano su talento les sea reconocido. Ahora que no me oyen, les puedo asegurar que razones tienen para creerlo, y en ello estamos…
Es muy triste que tantos jóvenes tengan que emigrar