Por Rosana Gómez-Movellán
Bajo el término AgroBrexit se inicia una colaboración de la Consejería de Agricultura de España en el Reino Unido. Servirá para facilitar información actualizada del estado de las negociaciones del Brexit. Así como para comunicar su impacto en el comercio agroalimentario español.
Según el Informe Mensual de Comercio Exterior Agroalimentario y Pesquero elaborado por el Ministerio de Agricultura, en 2018, Reino Unido se sitúa como el quinto destinatario de las exportaciones agroalimentarias españolas. Por ello el Brexit y su repercusión en la futura relación comercial entre el Reino Unido y la Unión Europea constituye una importante preocupación para un sector que persigue mantener y afianzar su posición en este atractivo mercado.
Principales destinos y orígenes, Marzo 2018 y 2017. Fuente: MAPATras largos expectantes meses, Reino Unido publicó en el mes de julio tres documentos en los que proponen su futura política pesquera y también la comercial. Con todo, el Libro Blanco de la pesca incide en la promoción de la sostenibilidad del medio marino. También en recobrar el control sobre las aguas británicas tras la salida de la Unión Europea. Su propuesta prevé mantener el sistema actual de cuotas. Distribuir las nuevas oportunidades de pesca según un sistema más equitativo sin definir en el documento.
Un Brexit sin acuerdo podría suponer escasez de alimentos
Ante las alarmas públicas por la posible escasez de alimentos en Reino Unido en el caso de un no deal, cuya sombra ha nublado el soleado agosto, el Libro Blanco propone establecer una zona de libre comercio que mantenga los niveles de exportaciones e importaciones actuales y que facilite un “comercio abierto y justo”. Este acuerdo de “facilitación aduanera” evitaría los aranceles. Junto con los controles fronterizos de los productos agroalimentarios británicos. Estos estarían sujetos a unos estándares de calidad comunes.
Además, el documento informativo sobre la forma de legislación para el acuerdo de retirada de la Unión Europea pone de manifiesto la intención de mantener la legislación europea hasta diciembre de 2020. Para entonces, el Gobierno británico ya debería tener finalizados con la Unión Europea todos los acuerdos sectoriales. Además de aprobadas sus propias leyes para dar paso a un nuevo periodo independiente de la comunidad europea.
Se trata de propuestas de carácter muy general por lo que es difícil prever alguna repercusión. Por ello, habrá que esperar al final de 2020 para ver el resultado de las políticas británicas post-Brexit. Estas dependerán de los acuerdos que finalmente se formalicen con la UE durante el periodo transitorio. Si además se tiene en cuenta la división del propio gobierno de Theresa May sobre un Brexit “duro” o “blando” y las presiones internas desde Escocia e Irlanda del Norte, por el momento, y a sólo 6 meses de su salida efectiva de la UE, 29 de marzo de 2019 , este final se antoja imprevisible.