El porcentaje de jóvenes desempleados en España, con un 15,7% de parados entre 25 y 29 años, duplica al de la Unión Europea, que alcanza el 7,6% en la misma franja de edad, según datos de Eurostat recogidos por el Injuve en el número 90 de su Revista de Estudios de Juventud. Mi amigo Javi alias El Grillo, como le llamamos en la pandilla, es ingeniero en Obras Públicas por la Universidad Politécnica de Valencia y forma parte de ese colectivo de jóvenes sin trabajo ni expectativas. Él, como tantos otros profesionales cualificados, se encuentra a la espera de encontrar un empleo en condiciones, acorde con sus estudios. Alemania ha abierto recientemente una ventana de optimismo a aquellos españoles que desesperados, no saben qué hacer con su futuro.
Merkel sabe, y esto es una gran noticia para todos aquellos que se han dejado los cuernos para obtener una licenciatura, que los profesionales españoles tienen un nivel formativo excelente. El Servicio Público de Empleo Estatal, dependiente del Ministerio de Trabajo e Inmigración, ha publicado en su página web las condiciones para demandar un empleo en Alemania. Según el Departamento de Empleo del país teutón, es necesario tener un mínimo nivel de Alemán, entre el B1 o B2 dentro del Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas. Acto seguido el aspirante tras contrastar que cumple con los requisitos, se puede poner en contacto con la oficina europea de empleo EURES, reflejando su perfil profesional y sus datos personales.
No es sólo una buena noticia para mi amigo Javi, Licenciado en Ingeniería, sino que también es una buena noticia para profesionales de otras áreas como sanidad, docencia, hostelería y turismo, campos dónde los alemanes también buscan españoles cualificados. La situación recuerda a la de hace medio siglo, cuando cerca de dos millones de españoles tuvieron que emigrar a otros países europeos para ganarse las habichuelas. En esta ocasión, los emigrantes españoles tienen estudios y algunos parten con la ventaja de saber idiomas. Buena noticia y mala a la vez: lo interesante es que esos españoles cualificados se vayan a Alemania, cojan experiencia, ganen buenos sueldos y vuelvan. Si no, estaríamos hablando de una fuga de cerebros y una generación perdida para España que necesita más que nunca contar con ese grupo de gente con alta cualificación.