La selección alemana venció a Argentina en la final del Mundial de Brasil 2014 disputada en Maracaná. Tras esta victoria los alemanes han logrando su cuarta estrella y se acercan un poco más a los brasileños. El encuentro fue muy intenso hasta el final, se decidió en la prórroga y el gran protagonista fue el joven Mario Götze, que salió en el minuto 88, y demostró su calidad al marcar un gol digno de un crack cuando todo indicaba que el partido se decidiría en la tanda de penaltis.
Disputa entre Zabaleta y Schürrle/ Agência BrasilA lo largo del Mundial, los de Löw han demostrado que tenían hambre de victoria y que lo merecían. Después de años llegando a finales y semifinales de Eurocopas y Mundiales, al final lo han conseguido. Alemania no tuvo miedo ante la ante los de Sabella y venció con un gol en el tiempo extra. Los alemanes fueron mejores en cada línea a lo largo del torneo y, tras ocho años de larga espera, la cuarta copa del Mundo ya es para Alemania.
Los argentinos supieron cómo afrontar la final del Mundial, a pesar de haber jugado un campeonato muy irregular, y demostraron que no se intimidan. Fue un encuentro de diez, con goles anulados para ambos equipos, y en el que Messi podría haber pasado al Olimpo pero que por el momento se quedará en la gloria junto con Alfredo Di Stéfano o Johan Cruyff, quienes tampoco ganaron ningún mundial.
Alemania fue un equipo y no solo unos jugadores, esa fue la clave para ganar el mundial. El fútbol desde hoy tiene un nuevo dueño y una nueva forma de jugar. El nombramiento de Joachim Löw como primer entrenador en 2006 supuso un cambio decisivo en el juego de los alemanes, que se vio culminado ayer con el gol de Götze en el minuto 113 del encuentro. Durante ocho años han intentado ganar el premio que ayer consiguieron, pero se encontraron con una de las mejores selecciones de todos los tiempos. Una España que les eliminó de un Mundial y dos Eurocopas, algo que no cambió el estilo futbolístico de Löw, que apoyado por grandes jugadores han conseguido finalmente la meta.
El sábado se disputó el partido por la medalla de bronce. Un partido en el que Holanda jugó al fútbol que sabe y haciendo las cosas bien. Con su juego, los holandeses volvieron a dejar en ridículo a los brasileños, dando una imagen pésima en su propia casa. Un Mundial que sin duda tardarán en olvidar.
En el minuto dos del encuentro Van Persie buscó la primera carrera de Robben, que fue interrumpida por un claro agarrón de Thiago Silva que el árbitro consideró dentro del área y sancionó con penalti.
Tras el gol de Van Pierse al comienzo del partido, dejó a los brasileños sin posibilidad de reacción. En el minuto 17, cuando De Guzman salió por Sjneider, que se lesionó al calentar, corrió por la banda derecha y puso un centro que, gracias al desafortunado despeje de David Luiz, Blind pudo volver a marcar a Julio César.
Casi al final, Scolari quiso apelar a la potencia de Hulk, que entró por Ramires, pero no funcionó y Holanda volvió a encajar el tercer gol el minuto 90, a través de Wijnaldum.
Tras los partidos de este fin de semana ya tenemos nuevo rey del fútbol para los siguientes cuatro años. Nos volveremos a ver las caras en Rusia, ahí será cuando podamos enmendar los errores que se han cometido. A España le costó muchos años llegar a la cumbre y mediante el grito de iPodemos! conseguimos confiar en nosotros y nuestro fútbol. No hay que permitir que eso se nos olvide, nos vemos en Rusia.