Todos sabemos que buscar piso no es una tarea fácil. Y en por estas latitudes la cosa se complica aún más. En general, los alquileres en Reino Unido son muy elevados y si hablamos de alquilar propiedades privadas, los propietarios exigen una serie de pagos por adelantado. Estas cantidades suelen corresponderse con gastos ordinarios, como son el depósito o el pago de una mensualidad. Sin embargo, los inquilinos también suelen verse obligados a afrontar otro tipo de costes «ocultos».
Algunos ejemplos podrían ser los conocidos gastos de agencia, de administración, las cartas de empleo o las cuotas de registro de inventario. Si sumamos todos estos cobros, nos encontraríamos con una cifra excesiva. Lo peor: es que estos pagos deben realizarse antes de obtener las llaves de la propiedad. En numerosas ocasiones, incluso antes de ver la vivienda arrendada.
Estos gastos «ocultos» no solo se producen antes de la tenencia. Durante el período de alquiler, muchos propietarios reclaman cobros incoherentes. Por ejemplo, 100 libras por limpiar telarañas o 45 libras por reponer un cepillo y un recogedor.
Propuestas para los alquileres en Reino Unido
Durante los últimos 20 años, los alquileres privados se han duplicado. En la actualidad, se estima que 11,5 millones de personas viven de alquiler en Inglaterra. Por lo tanto, gran parte de los arrendatarios se enfrentan a este tipo de problemas.
Con el fin de eliminar este problema, el Gobierno británico ha decidido tomar medidas. Con el proyecto llamado ‘Tenant Fees Bill‘ pretenden limitar o prohibir estos cobros y prever el pago de depósitos. En cambio, algunos grupos encargados de defender los derechos de los arrendatarios, como Shelter o Generation rent, creen que resolver este problema será complicado. Prohibir los pagos por adelantado no será suficiente, ya que los propietarios podrían continuar solicitando gastos incoherentes por limpieza o reparación.
Polly Neate, director de la organización benéfica Shelter, ha mostrado su opinión al respecto. Cree que lo más adecuado sería establecer una guía que indicase los pagos que los propietarios pueden exigir. Esto evitaría que algunos propietarios, no todos, estafen a muchas personas.