Se estima que alrededor de 400.000 propiedades alquiladas por menores de 35 años en Inglaterra son peligrosas y pueden causar daños en la salud y en la integridad de las personas. Una investigación llevada a cabo por el Gobierno británico ha detectado que los inquilinos de estas casas podrían requerir atención médica en algún momento. En Inglaterra son cientos de miles de adultos jóvenes que viven en estas condiciones, según cifras aportadas por un análisis del Gobierno británico.
Y es que, más de medio millón de personas están empezando la vida adulta en condiciones sobrehumanas, con ratas, paredes enmohecidas, el cableado eléctrico expuesto, techos con goteras y cerraduras rotas. Además, existen inquilinos que pagan 1.100 libras al mes por casas con agujeros en las paredes, camas infestadas de insectos y con agua que se filtra a través de los techos.
El Gobierno británico ha respaldado la aprobación de un proyecto de ley que permitiría a los inquilinos emprender acciones legales directas en lugar de confiar en que las autoridades locales lo hagan. Por otra parte, una investigación encontró que el 48% de las familias en viviendas sociales que informaron de problemas sobre condiciones deficientes o inseguras se sintieron ignoradas o se les negó la ayuda.
El problema ganó un mayor impulso político tras el incendio en la Torre Grenfell, donde los inquilinos se quejaron públicamente sobre las condiciones de seguridad del inmueble, pero no se hizo nada antes de que la tragedia se cobrara 71 vidas el junio pasado.
Las regiones del este y oeste de Midlands, las más afectadas
Las regiones más afectadas son el este y el oeste de Midlands, que presenta un gran número de casas victorianas que sufren riesgos de categoría 1. Estos riesgos incluyen cableado expuesto o enchufes eléctricos sobrecargados, calderas peligrosas o rotas, dormitorios muy fríos, techos con goteras, moho y escaleras rotas.
