Muchos son los que al comienzo de un nuevo año tienen como propósito cambiar ciertos aspectos de su vida: bajar de peso, dejar de fumar, empezar a ir al gimnasio… La iniciativa Love Food Hate Waste, creada en 2007 y que forma parte de la organización sin ánimo de lucro inglesa WRAP, vuelve a la carga y nos propone un nuevo reto para este año que comienza: dejar de malgastar comida.
Lo cierto es que las cifras son algo espeluznantes: casi el 50 por ciento del total de la comida que se desecha en el Reino Unido proviene de los hogares. Las familias inglesas tiran al año 7,2 millones de toneladas en forma de comida y bebida, y la realidad es que más de la mitad de ese número con tantos ceros se podría aprovechar. Desechar estos productos le cuesta de media a una familia 480 libras, y la cifra asciende a 680 cuando se trata de un hogar con niños, lo equivalente a 50 libras cada mes.
Si todos nosotros dejáramos de desechar comida en buen estado, los beneficios a nivel global serían los equivalentes a eliminar un coche de cada cinco que viaja por la carretera en estos momentos.
Para poder mejorar esta situación es preciso, no obstante, alcanzar la raíz del problema. ¿Por qué se malgastan alimentos? Según informa Love Food Hate Waste, todo se reduciría a dos motivos: se cocina o se prepara demasiada comida, o no se usa a tiempo. Los alimentos que más se desechan suelen ser verduras o ensaladas, bebidas, fruta fresca, o incluso pan y pasteles.
En Reino Unido se desecha al año más comida de la que se empaqueta para vender. Esta cantidad de residuos podría llenar sin problemas el estadio de Wembley de Londres.
No todo son malas noticias. Desde 2007 hasta 2010, la cantidad de desechos en forma de alimentos se redujo en un 13 por ciento, lo que se traduce, nada más y nada menos, que en un millón de toneladas. Esta organización sin ánimo de lucro británica propone que se continúe por este camino mediante una serie de propuestas que ayudarán a sensibilizar al ciudadano de a pie y evitar así que se deje de malgastar comida en buen estado.
Para ello, en su página web encontramos varios consejos que invitan a que se saque el máximo provecho a la compra semanal, como por ejemplo una guía con la cantidad de comida en gramos que se debería utilizar dependiendo de los comensales y del producto; así como consejos a la hora de elaborar la lista de la compra o recetas que intentan sacar el máximo provecho a tus alimentos.
La web también ofrece consejos prácticos, como por ejemplo, cómo interpretar el envase de un producto. Así, mediante un infográfico muestran que el Best Before de un envase no es lo mismo que Use by, ya que mientras que el primero hace referencia a la calidad del producto, el segundo término está relacionado con la seguridad del consumidor.
Afirman que congelando y planificando con tiempo la compra semanal se consigue no solo cuidar el medioambiente, sino también ahorrar dinero.