El actor inglés de 39 años murió ayer en Sidney
No le pudo dar la última estocada, y aunque luchó como un verdadero guerrero en la arena del Coliseo Romano, Andy Whitfield cayó rendido frente a su oponente, un linfoma no-Hodgkin, un tipo de cáncer que surge en los linfocitos y que aparece en forma de bulto indoloro en los ganglios linfáticos superficiales del cuello, axila o ingle.
El intérprete de la serie ‘Spartacus’ comunicó hace 18 meses su enfermedad, y de hecho los directivos de la trama de romanos sustituyeron al actor por otro, ya que no podía asistir a las grabaciones por el tratamiento médico que estaba recibiendo para curarse del cáncer.
Un comunicado difundido por la familia ha transcendido a los medios de comunicación. Su mujer afirmaba en el escrito que «el joven y hermoso guerrero» murió como un héroe.
Whitfield era un desconocido hasta que apareció en la polémica serie de romanos, caracterizada por las escenas de sexualidad y de violencia.
En Internet, su web oficial se «mantendrá como un tributo al hombre y el actor», y califican al interprete como «un hombre manso y humilde». Además, añade que «sus compañeros de reparto están en estado de shock y duelo por la pérdida de su querido amigo».