Julian Assange, el fundador de Wikileaks (el servicio de publicación de documentos confidenciales de las grandes potencias en la web), ingresó el pasado miércoles 20 de junio en la embajada ecuatoriana de Londres para solicitar asilo político. Así se ven esfumados unos 400.000 dólares que diversos amigos de Assange pusieron como fianza para que pudiera permanecer en la capital británica mientras se resolvía el proceso de extradición a Suecia donde se le quiere juzgar por haber abusado o acosado sexualmente a dos ciudadanas de dicha nación.
Assange sostiene que es un truco que busca desprestigiarlo para silenciar a su cadena de contra información que ha hecho tantos destapes de planes secretos, encarcelarlo y preparar su futura extradición a EEUU, donde líderes de sus dos grandes partidos le han calificado de traidor, terrorista o agente sujeto a las peores sanciones criminales. El gobierno de su patria de nacimiento (Australia) se lava las manos en ello aduciendo que solo podría rechazar una extradición si ésta fuese para pedir su ejecución.
La embajada ecuatoriana en Londres es apenas un pequeño departamento que colinda con el de la embajada colombiana y está a 3 minutos a pie de la sede diplomática peruana. Ésta apenas tiene facilidades de acomodar a algún huésped permanente, el cual, posiblemente, puede estar pernoctando sobre un saco de dormir o un sofá.
China y Rusia (en uno de cuyos canales tiene un programa) no han querido comprarse un pleito mayor contra sus rivales occidentales, con los que la situación está tensa ante su negativa de respaldar una intervención en Siria. Venezuela está ad portas de claves elecciones generales y tanto ésta como Cuba han sido blancos de ataques en las elecciones municipales londinenses de mayo 2012, donde el laborista pro-Alba Ken Livingstone perdió ante el oficialista conservador Boris Johnson.
Ecuador, un país relativamente pequeño y con poco peso internacional y menor movimiento comercial con Reino Unido, ha estado exento de los ataques conservadores y, con esa movida, busca ganar cierta autoridad en el contexto internacional. Al acoger a Assange Rafael Correa quiere mostrar que su República juega un rol diplomático, algo contestatario e independiente, mientras que así justifica su batalla interna contra lo que él denomina la oligarquía de los grandes medios privados de comunicación. También quiere mostrar una imagen contrapuesta a la que se produjo cuando el principal diario opositor de su país trató de acallarlo e incluso uno de ellos se asiló brevemente en la embajada de Panamá en Quito.
Este asilo trata de poner en mal pie a la OTAN mostrando sus inconsistencias pues EEUU hace poco refugió en China al disidente invidente Chen Guangcheng. Reino Unido ha dicho que detendrá a Assange si él viaja en un auto diplomático. No se sabe cuánto tiempo él podría permanecer en la embajada ecuatoriana de Londres o si podría llegarse a alguna transacción.