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Atacama, descubren vida sin agua

Volcán Llullaillaco, en el desierto de Atacama.Imagina un lugar en el cual la temperatura diurna ha llegado a alcanzar los 60 º C y la nocturna puede descender a -25 º C, donde la humedad relativa en algunos momentos puede ser inferior al 15% y donde en algunos puntos no se han registrado lluvias en los últimos 400 años. Un lugar donde los vientos superan los 100 km/h y donde la radiación solar es tan alta que exponerte a ella durante unas horas te provocaría daños irreversibles en tus ojos y tu piel. Ese lugar existe y es el desierto de Atacama, en Chile. Y es allí donde científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han encontrado organismos vivos.

Vida, eso sí, en una forma simple. Los investigadores de dicho organismo han constatado la existencia de micro algas que son capaces de sobrevivir en el interior de unos cristales de sal habituales en la zona. Dicho estudio resulta revolucionario en el ámbito científico puesto que es la primera vez que se constata la presencia de organismos de esta naturaleza en ambientes con condiciones climatológicas tan extremas.

La supervivencia de dichas algas se basa en un doble mecanismo. Por el día, estos organismos aprovechan la luz del sol para desarrollar la fotosíntesis, ya que la estructura porosa de la roca en la que se alojan permite la filtración de los rayos de sol. Por la noche, cuando aumenta la humedad relativa del ambiente, las mismas piedras recuperan parte del agua que sirve para revitalizar dichas algas. De hecho, dichos seres han evolucionado de forma distinta, y es posible encontrar diferencias sustanciales entre organismos que habitan en zonas del desierto aparentemente similares, como Salar Grande y la zona de Yungay.

No es la primera vez que se constata la existencia de vida en dicho desierto. En un anterior estudio de 2006 se confirmó la presencia de cianobacterias, organismos que también tienen la capacidad de realizar la fotosíntesis, pero que son de una naturaleza mucho más primitiva.

El estudio de dichos organismos podría ser el primer paso para futuras aplicaciones biotecnológicas, con repercusión en los ámbitos farmacéutico y médico. De hecho, puede servir como base de estudio para un replanteamiento sobre el origen de la vida. Se considera que los primeros seres vivos se originaron hace unos 3.500 millones de años, cuando se dieron condiciones atmosféricas específicas, pero a raíz de dicho estudio se podría llegar a concluir que su origen es incluso anterior y sería posible la vida en condiciones más adversas. Por otra parte, también puede ser utilizado para entender la presencia y supervivencia de organismos vivos simples en lugares tan extremos como Marte o la Luna.

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