La mayor parte de Inglaterra ha vivido uno de los meses más secos desde 1911, ya que solo cayó el 24% de la lluvia que se esperaba. Si este tiempo tan seco continúa, significará que habrá gran riesgo de sequía, por lo que se podría pedir a los ciudadanos que contribuyan reduciendo el consumo de agua. La última vez que se declaró sequía en el país fue en 2018, hace tanto solo 4 años, por lo que la mayor parte de Inglaterra ha pasado a un estado de «tiempo seco prolongado». Es por ello que los expertos están llevando a cabo medidas de precaución para reducir el impacto dañino en el ambiente.
Las agencias del Medio Ambiente se preparan para la sequía
La Agencia de Medio Ambiente (EA) convocó ayer al Grupo Nacional de Sequía (NDG), el cual reúne a funcionarios del Departamento de Medio Ambiente (Defra), las compañías de agua, la Oficina Meteorológica y la Unión Nacional de Agricultores (NFU). Estos grupos recogieron medidas adecuadas para reducir los daños causados pero, si se necesitasen más medidas, las compañías de agua establecerán más prohibiciones, como el uso de mangueras.
Entre estas medidas para frenar el riesgo de sequía figuran los planes de transporte de agua que permiten mantener los ríos de manera artificial. Otra de estas medidas es la reoxigenación del agua y el rescate de los peces cuando los caudales de los ríos son muy bajos.
Harvey Bradshaw, director ejecutivo de medio ambiente de la EA, ha declarado que están «trabajando muy estrechamente con las compañías de agua y los agricultores para gestionar esta situación». «Todos podemos poner nuestro granito de arena reduciendo el consumo innecesario de agua. Debemos seguir los consejos de nuestra compañía mientras nuestros ríos estén realmente bajos», afirmó Bradshaw.
Las compañías de agua siguen planes para evitar daños
Por otro lado, Stuart Colville, director de la política de agua del Reino Unido, dijo que las compañías de agua tienen «planes detallados» para gestionar los recursos de agua. Además, estas compañías están colaborando con el Gobierno para reducir la necesidad de realizar cualquier restricción a los consumidores y asegurar que los ríos sigan fluyendo.
Debido a la sequía, en gran parte del Reino Unido se está viendo el caudal de los ríos bastante bajo, lo que repercute a la calidad y a la cantidad del agua, así como a los agricultores y a la fauna. Además, en parte del país, se ha observado también los niveles de las aguas subterráneas bajos, suelos secos y embalses también bajos tras los meses de lluvia.