A partir de ahora, los famosos autobuses rojos de Londres serán más limpios y más respetuosos con el medio ambiente. Los nuevos vehículos llevan consigo una mecánica híbrida, responsable de la disminución de un 34% en consumo y un 50% de los gases contaminantes.
La capital británica ha encargado 300 unidades, tras su previa prueba en el año 2009. La compañía que los produce es Volvo bajo el nombre de B5L.
Se trata de un gran cambio en la cilindrada, ya que los vehículos pasarán de tener motores diesel de 9.000 cc a otros de 4.760cc, sumados a un propulsor eléctrico, que se intentará mejorar en un futuro.