El técnico madrileño llegó al Chelsea hace apenas unas semanas y su futuro a corto plazo ya pende de un hilo. Una situación que por repentina que parezca no es menos esperada. Cuestionado desde el primer día por la hinchada y por parte del vestuario –recordemos el affaire del emblemático John Terry cuando salió a calentar portando una camiseta con el número 16 a la espalda, el mismo que llevaba Di Matteo en su etapa como jugador- , el ex- entrenador del Liverpool afronta esta noche ante el Nordsjaelland (7.45, Sky Tv) un partido vital para su continuidad.
De caer apeado, el Chelsea sería el primer conjunto que habiéndose proclamado campeón de la Champions League el año anterior, no logra pasar la fase de grupos al año siguiente. Un hecho que no contemplan ni Juan Mata ni el propio Benítez. «Lo único que podemos hacer nosotros es ganar nuestro partido. Tengo confianza en que al Shakhtar le irá bien», exclamó con su habitual pragmatismo el entrenador.
Por su parte, Juan Mata aseguró a la prensa británica que a Benítez le iría bien en su periplo en Londres a pesar de estos malos resultados iniciales y que el cambio de rumbo debe empezar clasificándose para la siguiente fase. «Confío en el Shakhtar, son un equipo muy fuerte en su estadio. Espero que jueguen igual que ante nosotros», afirmó el extremo asturiano.
El Chelsea necesita ganar imperiosamente y que la Juventus no lo haga en Donetsk. El problema es que a los italianos y a los ucranianos les vale con el empate para descabalgar a los blues. Benítez y sus hombres se presentan ante la crucial cita de esta noche como convidados de piedra. Un resbalón en esta competición situaría al míster español en una delicada tesitura: La parroquia local tendría más argumentos que nunca para pedir su cese y Abramovich, una coartada perfecta para seguir anhelando a Guardiola.
