23 delitos. 5 detenciones. 2 ingresos en prisión. Estas son las abrumadoras estadísticas que registra una sola línea, la que parte de la estación de Blackfriars en dirección a Bradford a las 1.04 am el sábado.
El dato ha sido revelado por la policía de transporte británica, la cual ha realizado un estudio donde recoge las nueve líneas de transporte público más conflictivas.
Las autoridades relativizan las cifras del crimen en Blackfriars-Bedford
Richard Fuller, miembro del parlamento por Bedford y Kempston, que dice utilizar esa línea, al ser preguntado por la noticia comentó que «hablaría» con el encargado de seguridad. Por su parte, Thameslink, la compañía que opera en cuestión, quiso quitar importancia al tema, diciendo que las estadísticas habían de ponerse en contexto porque en ese mismo trayecto viajaron durante todo el año cerca de 52000 pasajeros.
La habitual confluencia en los vagones en la franja horaria estudiada (12 am-4 am) es variopinta, ya que podemos encontrarnos desde trabajadores que vuelven agotados a sus hogares por la exhausta jornada laboral y el cúmulo de toda la semana, hasta jóvenes embriagados por la breve, pero intensa, noche londinense.
En cualquier caso, la portavoz de la compañía quiso aclarar que la criminalidad había descendido en un 7% y que una de las prioridades de Thameslink siempre ha sido la seguridad de sus pasajeros.
Las otras estaciones peligrosas de Londres
El segundo lugar, aunque a considerable distancia, lo ocupan, en un empate técnico en lo que a delitos e ingresos en prisión se refiere, los trayectos que unen King’ s Cross con Peterborough y Victoria con Brighton, registrando cada uno ocho crímenes y un encarcelamiento. En cuarto lugar, la línea Paddington-Oxford, con siete y dos, respectivamente.
