El 29 de marzo se convierte en un día histórico para Europa, la primera ministra británica Theresa May ha puesto en marcha el proyecto de ley para la separación de Reino Unido de la Unión Europea.
La carta del artículo 50 del Tratado de Lisboa ya ha sido firmada y llegará a manos de Donald Tusk, Presidente del Consejo Europeo, a lo largo de la mañana. Hoy la sesión del Parlamento británico se ha iniciado con el recuerdo de las víctimas del atentado del miércoles pasado. Theresa May ha sido recibida este mediodía entre aplausos en la Cámara de los Comunes para enfrentarse a la sesión de control donde se referirá a la activación del Brexit y revelará el contenido de la carta.
En paralelo, los líderes de la Unión Europea han prometido unidad y han trasladado este miércoles un enfoque constructivo para conseguir un buen acuerdo de salida con Reino Unido. Se han comprometido a mantenerse unidos en las conversaciones con el país británico sobre su plan de divorcio para reducir la incertidumbre de los ciudadanos comunitarios y de las empresas europeas. El proyecto de ley Brexit, firmado anoche por la primera ministra británica, Theresa May, incluye una significativa modificación. Esta vez el texto no menciona la posibilidad de que las dos partes no lleguen a un acuerdo antes de finalizar el periodo de dos años previsto para las negociaciones.
Reino Unido comienza las negociaciones de un divorcio complicado
La activación del texto implica una serie de cuestiones que repercuten directamente a España. Según un análisis realizado por el diario español El Confidencial, España es el octavo país europeo con mayor exposición a la salida de Reino Unido del conjunto de la Unión Europea. Unos datos revelados por la a agencia de calificación Standard & Poor’s antes de la celebración del referéndum el pasado mes de junio, reflejaron que la exposición económica de países como Francia, Alemana e Italia es inferior a la española. Esto se debe a que un importante número de las principales corporaciones españolas tienen depositados grandes intereses en el país británico.
Desde que se aprobase la salida de Reino Unido del bloque en la consulta del pasado mes de junio con un 52% de los votos la situación de los tres millones de comunitarios que residen en la isla británica es una de las mayores preocupaciones del proyecto de ley Brexit. Theresa May ha anunciado que resolver la situación legal de los inmigrantes europeos será un hecho prioritario siempre y cuando se garanticen los derechos de sus nacionales en la Unión Europea. Aproximadamente unos 900.000 británicos viven repartidos por países del Viejo Continente, sin embargo la situación de ambos colectivos es todavía incierta.
Nick Clegg, el político británico liberal demócrata, se unió el pasado mes de febrero a la campaña Right to Stay para apoyar la garantía de los derechos de los ciudadanos europeos en Reino Unido.
Durante la actual comparecencia de la primera ministra británica, Theresa May ha subrayado que ahora las leyes serán hechas en Reino Unido, y que las negociaciones tomarán en cuenta los intereses de cada región. Siguiendo su discurso ha asegurado que dejar la Unión Europea no quiere decir que se aparten de los valores europeos. Mientras se desarrolla la histórica sesión en la Cámara de los Comunes en el exterior del Parlamento británico se concentran varias decenas de personas que protestan por el Brexit. En contrapartida únicamente el 21% de los británicos quiere que el Gobierno ignore el resultado del referéndum. La población sigue dividida sobre el Brexit: el 44% está a favor de la salida frente a un 43% que piensa lo contrario mientras que el 13% no lo sabe, según una encuesta realizada por YouGov.
2/ 69% of people think Brexit should go ahead – only 21% want to see the referendum result ignored or overturned https://t.co/JovdJwbpMf pic.twitter.com/V2EJuagkXl
— YouGov (@YouGov) 29 de marzo de 2017
«Somos una nación con una historia de orgullo y un futuro brillante. Y ahora que la decisión ha sido tomada, que hemos salido de la UE, es tiempo de unirnos» así ha terminado su intervención Theresa May antes de comenzar el turno de los parlamentarios.