Hay una cuestión que lleva protagonizando las calles de Reino Unido desde hace más de 3 años. El debate del Brexit –british exit– ha ido experimentando un intenso aumento desde que la anterior Primera Ministra, Theresa May, dimitiese. En su lugar, el Parlamento Británico abrió sus puertas al actual Primer Ministro Boris Johnson. El exalcalde conservador de la capital londinense parecía tener las cosas más claras ante la pregunta que el país lleva haciéndose varios años: ¿Debe el Reino Unido permanecer en la Unión Europea?
El 48,1% de los británicos votaron ‘no’ a la salida de la Unión Europea
Con una participación del 72%, los habitantes de Reino Unido ejercían su derecho a voto el 23 de junio de 2.016. El segundo referéndum se llevó a cabo y las urnas hablaron: Reino Unido pedía salir de la Unión Europea. Con un total de 17.410.742 votos a favor del Brexit, la entidad geopolítica creada en respuesta ante los efectos de la Segunda Guerra Mundial, se quedaría sin uno de sus 28 brazos.
El país miembro de la Unión Europea desde 1.973, lanzó por primera vez -dos años después de su entrada- un referéndum para abandonar la Comunidad Europea en el que obtuvo una respuesta negativa. Hoy, 31 de enero de 2.020, los deseos de los británicos más euroescépticos se hacen realidad. Ya es oficial: el Estado británico ha decidido acogerse al artículo 50 del Tratado de Lisboa y abandonará de forma unilateral la Unión Europea a las 11 de la noche.
A partir del Día del Brexit se establecerá un periodo de negociaciones comerciales con Bruselas
El principal argumento de la campaña pro-Brexit divulgaba por las calles que con la salida de la Unión los británicos iban a «recuperar el control» sobre sus políticas, sobre todo las de asuntos fronterizos. Ello les permitiría un mejor control de la migración.
It’s a historic day here as the UK prepares to leave the European Union
We’re marking #BrexitDay by looking at how key #Brexit Bills moved through Parliament, how you can get your voice heard about new laws, and how our teams have been working hard behind the scenes. pic.twitter.com/TVCdhwMI2m
— UK Parliament (@UKParliament) January 31, 2020
Jornada de celebración para unos y días llenos de incertidumbres para otros. Cada vez son más los inmigrantes que se acercan a las oficinas de extranjería desesperados por saber qué pasará después de la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Y la preocupación no es para menos.
El país conocido por su amplia diversidad cultural, suspende en derechos humanos. Así lo destacaba la relatora Tendayi Achiume en un informe presentado al Consejo de la ONU: «la exclusión socioeconómica estructural de las comunidades de minorías raciales y étnicas en el Reino Unido es sorprendente». El informe admite que el Brexit no ha hecho si no incrementar la retórica antiinmigrante, el racismo y la xenofobia, y los delitos de odio.
Todo se mantendrá como hasta ahora hasta el 31 de diciembre de 2020
Una vez celebrado el Día del Brexit, darán comienzo las negociaciones comerciales con la Unión Europea. El acuerdo llegado con Bruselas por el que el Ministro Johnson ha conseguido su salida, establece un periodo de transición que se extenderá hasta el 31 de diciembre de este año. Durante esta fase todo se mantendrá como hasta ahora y tendrá como objetivo principal fijar tiempos para negociar los términos de su nueva relación con el Consejo Europeo.
Lo más preocupante será la nueva gestión de las relaciones comerciales con Europa. Según los expertos, a partir de 2021 se empezarán a ver cambios sustanciales. En el mismo acuerdo, Reino Unido se compromete a mantener los derechos de los británicos residentes en otros países de la Unión Europea. Asimismo, los ciudadanos inmigrantes que trabajan en el país no perderán ninguno de sus derechos y podrán seguir con sus vidas como hasta ahora.
La frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte podría intensificarse
Todas estas cláusulas conformaban el acuerdo establecido por la ex ministra May, pero el acuerdo renegociado por el actual ministro Johnson no ha seguido a pies juntillas el mismo. Y es que uno de los principales escollos de la cuestión es la barrera física entre la República de Irlanda y la región de Irlanda del Norte. Johnson ha decidido ignorar la condición de May de garantizar que no habría una frontera «dura» entre Irlanda del Norte y el país irlandés en caso de no llegar a un acuerdo comercial con Bruselas. Irlanda del Norte no tiene nada que celebrar.
El Brexit ya está aquí. En 1951 se decidió cerrar heridas y los estados europeos se dieron la mano para recuperarse juntos de un desastre mundial. Hoy en Europa se levantan nuevos muros y se abren viejas heridas; hoy Reino Unido decide ir por libre y esta noche el Parlamento Británico dice ‘no’ a la libre circulación de personas en la UE. Tiempo han tenido de darse cuenta si realmente esto es un motivo de celebración.
