Alfredo Casero llega a Londres el próximo 4 de noviembre para adentrarnos y perdernos en el caos y la confusión. El humorista, actor, músico y cantante argentino estará en The Clapham Grand a las 8 de la noche. Su espectáculo, Estese Confuso, promete la llave para repensarnos más allá de lo que creemos entender y descubrir lo que sabemos de la mejor forma: a carcajadas.
Comenzó en el movimiento Underground de Buenos Aires. ¿Dónde está Casero después de todos estos años de carrera?
El Underground es una mentira, porque a todo aquel que quiere sacar la cabeza de él, automáticamente le rompen la cabeza. Se piensa de alguna forma que manteniéndose en un círculo muy íntimo (…) estás al cuidado. Mis mejores recuerdos no provienen de allí, sino de los momentos en que me he visto forzado a sacar sensaciones de las sensaciones, no de un lugar. Cuando veo una ópera me emociono y pensar en el trabajo que hay detrás de una obra de este género, es para mí mucho más vivificante que canturrear por los bajos, aunque también soy un buen canturreador de los bajos porque de ahí provengo. No tengo influencias como artista.
¿En qué se relaciona su forma de presentar una obra con el género del Teatro del Absurdo?
Creo que mi género no tiene que ver siquiera con el teatro, no tiene que ver con el estándar, yo siento que el ser humano es una obra de arte. El teatro en sí me aburre un poco, por eso mi género tiende a crear un contacto con el público. El contacto con la gente es una especie de pequeño coliseo de corazones.
Este es su primer show en Londres ¿Qué supone presentarse en Inglaterra a la que Argentina pudo robarle con la mano de Dios?
La verdad es que los iconos con los ingleses no me importan, a mi me gusta el teatro inglés. Me gustaría poder ser yo y mostrar todo lo que tengo, porque eso es el arte, sea de donde sea el público y entienda lo que entienda… Está claro que cuanta más gente entiende, más gente se ríe. Hago este espectáculo en Londres principalmente para argentinos y latinoamericanos. Yo soy un personaje representativo de Buenos Aires, el humor que tengo es porteño, en mis espectáculos canto el tango, toco el piano, muestro mis dibujos animados.
Alfredo Casero, artista de varieté, así le gusta llamarse. ¿Cómo surge esa variedad?
De lo instintivo, expreso lo que voy sintiendo a medida que el espectáculo avanza desde la risa del público. Es también parte de lo que busco, es una forma de llevar adelante lo que hago, que sobre todo tiene que ver con las palabras.
En otra entrevista dijo que «ser pagado por actuar es como ser pagado por andar en bicicleta», refiriéndose al actuar como parte natural a su esencia. ¿Cómo anda en bicicleta Casero, prudente o disparatado?
Cualquiera que actúa prudente es un plomazo, no hay riesgo. El riesgo de andar en bicicleta es que puedo morir, pero también puedo morir si no voy en bicicleta, es decir, sino subo a un escenario o si cuando estoy en él no sucede nada, no hay reacción del público. Nunca ando prudente en nada aunque si respetuoso.
¿Cómo es encontrarse de cara con la expectativa del público?
Como encontrarse con una mujer cuando la vas a amar. Tienes que estar totalmente contento de estar con ella y sentir el deseo de estar con ella, llevarla al punto en que exista una comunión importante. Convertirse continuamente del amor al verdugo, del verdugo al amor, hasta dejar satisfecho al otro con el que ama, hasta alcanzar la felicidad de las dos partes. En este modo el otro quiere más. Cuando voy al teatro soy un purista. Yo soy un profesional, hago 110, 120 shows al año. No hay nada más importante en la vida que mi trabajo, es como boxear, si boxeas mal te comes la lona y pones en juego tu honor, incluso el honor se puede discutir, pero el amor propio no.
Una vez dijo: «Mi visión del mundo es simple: hay que perderle el miedo al caos»… Entonces, lo hago jugar con estas tres palabras y hace su magia: Caos, orden y humor.
El caos no es el antagónico del orden, el caos es un generador tan potente que no tiene nada antagónico. El humor es lo que utilizo para sobrevivir, vivir y estar con los demás. El caos es el gran productor de nuevas cosas, es el gran momento donde darse cuenta que nadie tiene el poder. Es en el caos que la gente pierde la cabeza por el miedo, y el miedo produce confusión y la confusión produce miedo… entonces en el momento que tiene que estar confuso: Estese Confuso, esa es la idea de mi show. Invito a la gente a verse a sí mismo como una obra de arte, y a la obra como su resto, como lo que deja.