Nuevas medidas restrictivas para la inmigración en el Reino Unido. El Primer Ministro británico, David Cameron, sigue en la senda que dibujó hace meses cuando fueron aprobadas las primeras reformas sobre política migratoria.
El máximo mandatario anunció diferentes políticas. La primera de ellas es la reducción del tiempo por el que los extranjeros podrán percibir la prestación por desempleo y otras ayudas de índole social. Este pasa de seis a tres meses.
Por otra parte, se pretende restringir el título de «patrocinadores altamente fiables» a las instituciones educativas si las autoridades niegan el 10% de las solicitudes de inmigración de los estudiantes. Desde las autoridades británicas se cree que cuantas más admisiones de estudiantes se concedan, más entrada de inmigrantes ilegales habrá.
Otra medida consiste en una consulta para contemplar la prohibición de las ofertas de trabajo en el extranjero. Además, se prohibirá el derecho de los indocumentados a apelar a la Convención Europea de los Derechos Humanos cuando se enfrenten a una deportación.
Cameron cede ante el crecimiento del UKIP
Todas estas reformas responden al cambio de tendencia en este tipo de asuntos políticos que se está produciendo en el Reino Unido durante los últimos años, de la cual se aprovechó el partido de ultraderecha UKIP para consolidarse como la primera fuerza política del país en las últimas elecciones europeas.