El primer ministro británico, David Cameron, anuncia un plan para privatizar el sistema de carreteras principales del Reino Unido de manera parcial.
A pesar de que no se prevé la instalación de peajes, las carreteras que las empresas concesionarias realicen para aliviar el tráfico de las que ya están en operación, podrían ser de pago.
David Cameron, comparecerá esta tarde para explicar el plan, aunque el Número 10 de Downing Street ya hizo público su discurso, en el que se podían leer frases como: «Tenemos que considerar urgentemente las opciones para lograr una inversión privada a gran escala en la red nacional de carreteras: fondos de inversión, fondos de pensiones y otros inversores».
Desde la oposición se muestran contrarios al plan. «Los conductores ya sufren los altos precios de la gasolina y ahora se enfrentan a un pago por utilizar las carreteras», aseguraba la responsable de Transportes del partido Laborista, Maria Eagle. «En lugar de reducir la carga sobre los conductores e impulsar nuestra estancada economía con una reducción temporal del IVA, los ministros quieren permitir que las empresas privadas controlen la estratégica red de carreteras y cobren a la gente por usarla», recalcaba Eagle.
Los inversores que realizarían este proyecto, algunos de ellos chinos, tendrían que cumplir ciertos objetivos como la reducción de la congestión o la introducción de mejoras. Por su parte, ellos recibirían un porcentaje del impuesto de circulación que tienen que pagar todos los vehículos.
