Portada | Cultura y Ocio | Cine | ‘Carnivale fue víctima del propio éxito de la HBO. Las expectativas que tenían desde el principio no eran realistas’ / Clancy Brown, actor estadounidense

‘Carnivale fue víctima del propio éxito de la HBO. Las expectativas que tenían desde el principio no eran realistas’ / Clancy Brown, actor estadounidense

Tal y como ocurre con otros ilustres malvados del séptimo arte, la amabilidad y saber estar de Clancy Brown (Ohio, 1959) se opone a esos personajes locos, salvajes, villanos a los que ha dado vida en el cine. Cadena perpetua (1994), Cementerio viviente II (1992), Pathfinder (2007), la inolvidable serie de televisión Carnivale (2003-2005) y, sobre todo, Los inmortales (1986) han afianzado, cinematográficamente hablando, una personalidad pesadillesca.

A pesar de todo, su extensa carrera ha evitado que el norteamericano haya caído por completo en el encasillamiento. Así, también hemos podido disfrutar de su versatilidad con papeles fuertes pero de marchamo heroico, bajo la dirección de Kathryn Bygelow en Acero azul (1990) o la reciente Cowboys y aliens (2011). Un excelente actor cuya voz y porte nos seguirán atrayendo.

Eres uno de los «actores de carácter» más admirados por un gran sector del público y también por los fans de los videojuegos.
¿Lo soy? ¡Entonces será mejor que me retire de la profesión mientras estoy en la cúspide! Me gusta poner voces para videojuegos, es muy divertido, aunque no los veo tan placenteros como solía ser hace unos años. Las formas de narración y el gameplay han madurado hacia unas fórmulas muy específicas. No hay tanta flexibilidad a la hora de experimentar. Ya no se hacen cosas como Duke Nuke’ems, por ejemplo.

Antes he dicho «actor de carácter», pero… ¿cómo ves esa extraña distinción?
Character actor es simplemente un sello para designar a los actores que no suelen protagonizar películas. Un sello absurdo, ciertamente, ya que todos los actores interpretamos a characters (personajes), no hacemos de nosotros mismos. Son marcas de fábrica que la gente inventa para diferenciar, nada más; me considero a mí mismo un actor… ¡y uno con mucha suerte!

Tu padre fue un político más o menos importante… ¿quiso lo mismo para ti?
Mi padre quería que fuera lo que yo quisiera. Nunca me impuso nada. Mi madre sí que me dijo muy claro que deseaba que siguiera los pasos de mi padre, pero solo imaginarme a mí mismo en una carrera política ya me da un poco de alergia, no sirvo para eso. Tampoco él tuvo ningún interés por la actuación.

¿Hubo alguna película, algún actor en concreto, que te confirmara que de verdad querías ser actor?
Mi pasión por la interpretación empezó prácticamente en la pubertad, cuando descubrí a Shakespeare. Tuve ocasión de hacer algo de sus obras para teatro. Ahí es cuando descubrí mi afición. En lo referente al cine, me quedé alucinado con Un tranvía llamado deseo, de Elia Kazan, en un pase de televisión una tarde. También fue impresionante la primera vez que vi Kagemusha, de Kurosawa. Pero enamorarme de actuar delante de una cámara ocurrió…cuando empecé a actuar delante de una cámara.

Tu papel en Los inmortales es un clásico de los ’80, aún me sigue poniendo nervioso ¿Estás especialmente orgulloso de él?
Fue genial hacer de Kurgan. Greg Widen no se pasó sobrescribiendo al personaje y Russell Mulcahy me dio muchísima libertad para moldearlo a mi gusto. No sé si es mi mejor actuación, pero de lo que sí estoy seguro es que los que consiguen que te asustes son Greg y Russell. Lo que hice salió del estupendo guión.

¿Cansado de hacer de villano?
Para nada. Feliz de seguir en esa línea.

…y ¿La novia? ¿No te parece que es una película muy subvalorada?

También otro gran guión. Me encantó lo que escribió Lloyd Fonveille. Es más, creo que era perfecto, si bien toda esa perfección no se materializó en la pantalla. De todas formas, no es excusa para que no tuviera más éxito. La fotografía, el diseño de producción, el vestuario…eran brillantes. Alexi Sayle, Phil Daniels, David Rappaport…¡Geraldine Page! ¡Vamos, un estupendo reparto de actores!

La cancelación de la serie Carnivale ha sido una de las grandes decepciones de los últimos años, y que incluso dejó un final muy abierto. ¿Cómo reaccionaste?
Carnivale fue victima del propio éxito de la HBO. Las expectativas que tenían desde el principio no eran realistas, esperaban un triunfo absoluto en cuanto a nivel de audiencia y, claro, al final nos quedamos cortos y acabaron con la serie. También creo que a los ejecutivos de la cadena de televisión no les gustaba demasiado el show. Pienso, sin ninguna duda, que era uno de los mejores programas que había por aquellas fechas, y muchos de los que trabajaron en la serie opinan lo mismo. A nadie de los despachos de arriba le importaba lo que pensábamos. A todos nos decepcionó la decisión que tomaron, y la impotencia nos hacía enfadarnos. Pero es la naturaleza de esta profesión. Son resoluciones que no entienden de productos originales o calidad artística. El único criterio que se sigue es el dinero. O eres rentable para el jefe o no lo eres, y nosotros no lo fuimos.

Como espectador, ¿qué género te gusta?
El western. El cine americano maduró gracias a ese género, y todas las demás historias fueron influidas por él.

Y si tuvieras que elegir un papel para interpretar en un wester clásico ¿qué personaje sería ese?
Casi cualquiera de los que hizo John Wayne, pero tengo especial predilección por Ethan Edwards, Tom Doniphon, Nathan Brittles o Thomas Dunson. El problema es que eso siginificaría que habría que hacer un remake de las excelentes películas a la que pertenecen ¡y eso sería digno de cárcel!

Tengo entendido que otra de tus pasiones es la literatura…
Lo es. No podría vivir bien sin leer. Mi autor favorito es Paolo Baccigalupi, en especial La chica mecánica. Greg Bear y William Manchester también están siempre en mi lista. Aunque no recuerde el nombre del escritor, otro de los libros con los que he disfrutado últimamente es El arte de conducir bajo la lluvia.

Tom Stoppard es, con permiso de Shakespeare, mi dramaturgo preferido, y Aaron Sorkin en televisión y cine.

No paras de trabajar… ¿Tienes tiempo libre?
De hecho, tengo una barbaridad de tiempo libre. Necesito trabajar más, pero no soy tan buen actor como para aceptar proyectos que no me estimulan lo más mínimo.

¿Has hecho grandes amigos en la industria?
Todos con los que he trabajado son mis amigos…menos dos.

¿Escribirás para el cine, dirigirás?
Lo llevo pensando desde hace tiempo. Llegará el día en que haga las dos cosas.

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