Parece que desde que Fidel Castro ha decidido reaparecer al mundo, tras cuatro años alejado de los medios, aquejado de una enfermedad, se ha propuesto no pasar desapercibido. Hace más de medio siglo que Castro ejecutó un golpe de estado en Cuba y desde entonces el régimen castrista se ha caracterizado por una aplicación extrema del comunismo. Ahora, ha confesado en una entrevista con el periodista estadounidense Jeffrey Goldberg, que escribe para la revista Atlantic Monthly, que el modelo cubano «no sirve ni para nosotros». Con esta declaración, el debate estaba servido, por lo que el ex presidente de la isla no dudó en rectificar. Sin embargo, no desmintió exactamente sus palabras, sino que indicó que fueron malinterpretadas cuando el periodista le preguntó si el modelo cubano era algo que creyese que podría exportarse.
Varias son las interpretaciones que se han dado en la comunidad internacional, pero la más concurrida subraya que, de un modo, el líder del Partido del Comunista en Cuba pretende dar su apoyo a las nuevas aperturas del régimen que su hermano Raúl Castro, presidente de la isla, ha anunciado. Entre ellas, se encuentra la bautizada como «actualización del socialismo», que introduce nuevos impuestos y alienta los microcréditos y busca acabar con la cartilla de racionamiento. Además, el presidente ha anunciado que eliminará medio millón de puestos de trabajo en el sector público. Bien seguro es que los más radicales del régimen criticarán estas medidas, pero si el líder del partido admite la invalidez del régimen…