Un nuevo estudio ha relevado que unos fósiles hallados en tierras argentinas cuatro años atrás pertenecen al dinosaurio más grande que se haya conocido hasta la fecha. Los restos de dinosaurios gigantes abundan en la histórica región de la Patagonia, una zona que se extiende por Sudamérica y comprende los territorios del extremo sur de Argentina y Chile, al igual que en América del Norte, donde habitaron los dinosaurios ceratopsianos. El equipo de científicos responsables de la investigación ha estimado que la criatura pudo llegar a pesar 77 toneladas y lo han denominado Patagotitan mayorum.
En 2013, un viejo pastor argentino llamado Aureliano Hernández encontró por casualidad un hueso fosilizado sobresaliendo de una roca en la granja donde trabajaba. Conociendo las estrictas normas que rigen estos fósiles en la zona, la familia Mayo propietaria de la granja, alertó a los paleontólogos locales para que acudieran a identificarlos. Para cuando llegó el equipo de investigación, Aureliano había fallecido y nunca supo que su descubrimiento fue también una gran aportación a la historia de la Paleontología: había encontrado los huesos de lo que posiblemente sea el ser vivo más grande que ha habitado el planeta Tierra.
El equipo de investigadores del Museo de Paleontología Egidio Feruglio le ha dado el nombre de Patagotitan mayorum, en referencia al territorio donde fueron encontrados sus restos, al término ‘titan’ del latín y en honor a la familia Mayo. En su estudio, los científicos han estimado la masa muscular del dinosaurio en función del tamaño de sus fósiles y han llegado a la conclusión de que debía de pesar entre 60 y 80 toneladas y medir hasta 37 metros de largo y seis de alto a la altura de sus hombros. Los huesos fósiles eran tan grandes que los paleontólogos tardaron dos semanas en desenterrarlos. Un molde del esqueleto del dinosaurio ya está expuesto en el American Museum of Natural History en Estados Unidos.
Se han hallado más de 200 huesos de Patagotitan
Se trata de una posible nueva subespecie de dinosaurio, más grande que ninguna otra. El hueso claramente perteneció a un saurópodo, un dinosaurio de cuello largo como los Brontosaurus, los Brachiosaurus y los Diplodocus, al igual que el esqueleto del famoso Dippy, expuesto en el hall del Museo de Historia Natural hasta este verano. Específicamente, fue uno de los titanosaurios, el último grupo sobreviviente de saurópodos, y probablemente el más grande de ellos. Pero incluso los titanosaurios conocidos no tenían muslos tan grandes como el gran Patagotitan. Su peso es comparable, por ejemplo, con 14 elefantes o un edificio de siete pisos de altura. Sin embargo, uno de los jefes del equipo, Carballido, ha reconocido que «es difícil medir la circunferencia del hueso ya que la mayoría está reconstruido con yeso, por lo que no es posible conocer su peso con precisión».
El Patagotitan vivió durante el Cretácico, hace unos 101 millones de años y por alguna razón, frecuentaba el área que finalmente se convirtió en la granja de la familia Mayo. El equipo de investigación, al mando de Carballido y Pol, volvió a este lugar más de una docena de veces, desenterrando los más de 200 huesos de Patagotitan que pudieron encontrar, cubriendo la mayor parte de su esqueleto. Al terminar la excavación, habían recuperado fósiles de al menos seis individuos distintos de patagotitanes. Carballido cree que estos individuos murieron en diferentes momentos, pero desconoce por qué todos murieron en este mismo lugar. De hecho, sus huesos revelaron que estaban en su mejor edad de crecimiento y no en su tamaño adulto.