Según los laboristas, el Gobierno británico tiene «solo 10 días para actuar», antes de que los operadores tengan que recortar rutas de autobuses debido a la expiración de las ayudas estatales que se concedieron después de la pandemia. Cabe destacar que el incremento de las tarifas a partir del próximo mes no va a paliar la grave situación.
La subvención se concedió para poder mantener los servicios en funcionamiento mientras volvían los pasajeros después de la Covid-19 y se agotará a finales de marzo. Así, el Grupo de Transporte Urbano británico le ha dicho al Tesoro que el transporte público «pende de un hilo» conforme se va acercando la fecha límite de financiación.
Según la Confederación de Transporte de Pasajeros (CPT), representantes de las empresas de autobuses, podrían recortarse entre un 10 y un 15% de los servicios, lo que significa que 1.600 rutas podrían verse afectadas. Aun así, los operadores de autobuses tienen que comunicar los cambios con seis semanas de antelación.
Los servicios de autobús de Inglaterra, de crisis en crisis
Louise Haigh, Secretaria de transportes en la sombra, dijo que el Gobierno británico estaba «dormido al volante, arriesgando el futuro de los servicios de los que dependen millones de pasajeros».
A lo que añadió: «Después de 13 años de Gobierno conservador, los servicios de autobús de los que dependen las comunidades van dando tumbos de crisis en crisis».
Por su parte, Graham Vidler, director ejecutivo de CPT, declaró: «Los pasajeros de autobús se enfrentan a la incertidumbre porque las autoridades locales y los operadores están en el limbo sobre el mantenimiento de algunos servicios. Cientos de rutas podrían desaparecer si la Subvención para la Recuperación de Autobuses no se sustituye en abril».
Además, los costes de explotación han aumentado notablemente, con incrementos salariales y del combustible superiores a la inflación.
Jonathan Bray, director del Grupo de Transporte Urbano, manifestó: «El Gobierno ha proporcionado una ayuda económica muy bien acogida para el autobús. Sin embargo con un número de pasajeros aún muy por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, necesitamos urgentemente una decisión para seguir financiando. De lo contrario muchos servicios desaparecerán de la noche a la mañana».