Las severas sanciones impuestas a Rusia pretenden aislar al país y crear una profunda recesión en él, pero las consecuencias económicas también se dejarán sentir en Reino Unido, y en todo el mundo. Se espera que la fuerte subida de los precios de los productos, desde el petróleo y los metales hasta el trigo, haga subir el coste de muchos productos cotidianos, desde los alimentos hasta la gasolina y la calefacción. Y hagan caer el nivel de vida de millones de británicos.
La calefacción
Si llevamos meses pagando cifras astronómicas por la luz y el combustible, a partir de ahora, por culpa del conflicto entre Rusia y Ucrania, los precios van a subir aún más. El precio del petróleo se ha disparado a su nivel más alto en más de siete años. Los precios del gas, por su parte, se duplicaron en solo un día a principios de esta semana.
La cesta de la compra, más cara en Reino Unido
Es cierto que los productores de alimentos del Reino Unido no importan muchos artículos de Rusia o Ucrania. Pero aún así, los precios pueden seguir subiendo debido a un aumento de los costes asociados como pueden ser los costes de transporte.
Otras regiones, como Turquía y el norte de África, sí estarían en peor situación pues dependen del trigo y el maíz de Ucrania y Rusia. Reino Unido, en cambio, suele producir más del 90% del trigo que se consume en el país. Eso sí, los agricultores británicos podrían verse obligados a pagar más por el fertilizante, que es una de las mayores exportaciones de Rusia.
Ambos países, que en su día fueron denominados «el granero de Europa», exportan aproximadamente una cuarta parte del trigo mundial y la mitad de los productos de girasol, como semillas y aceite. Ucrania también vende mucho maíz a nivel mundial.
Los analistas han advertido que la guerra podría afectar a la producción de cereales e incluso duplicar los precios mundiales del trigo.
Las cuotas de su hipoteca pueden aumentar
La inflación, que mide la rapidez con la que aumenta el coste de la vida, alcanzó el 7,5% en enero en Estados Unidos, el nivel más alto desde febrero de 1982, y aumentó un 5,5% en el Reino Unido.
Sin embargo, un economista ha advertido que podría aumentar cerca del 10% en las principales economías occidentales si el coste de la energía y los alimentos aumenta debido a la disminución de los suministros provocada por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
La pensión, fluctúa
Las acciones rusas se desplomaron hasta un 45% tras la invasión de Ucrania, con la consiguiente suspensión de las operaciones, siendo los bancos y las compañías petroleras los más afectados.
También ha provocado fuertes caídas en las bolsas de todo el mundo: en Europa, el índice FTSE 100 del Reino Unido ha caído más de un 6% desde que Rusia entró en Ucrania, mientras que el índice Dax de Alemania ha bajado casi un 10%.
Hay millones de personas cuyas pensiones están invertidas en la bolsa. Si las caídas generalizadas de los precios de las acciones se mantienen, es probable que sean malas noticias para los ahorradores de pensiones. Algunos inversores o ahorradores podrían tratar de proteger su dinero o sus activos trasladándolos a los tradicionales «refugios seguros», como el oro, sobre todo porque es probable que los mercados sufran una mayor volatilidad a medida que se desarrolla la crisis.
Los coches serán más caros en Reino Unido
Como principal exportador de materias primas, Rusia es uno de los mayores proveedores mundiales de metales utilizados en todo tipo de productos, desde latas de aluminio hasta cables de cobre, pasando por componentes de automóviles, como el níquel, que se utiliza en las baterías de hierro-litio, y el paladio, que se emplea en los catalizadores.
Los productos de uso cotidiano, que pueden parecer alejados del conflicto, pueden aumentar como consecuencia del mismo. Si Vladimir Putin decidiera cortar el suministro de estos metales como represalia a las sanciones, los problemas de abastecimiento existentes podrían agravarse, y las empresas automovilísticas tendrían que buscar fuentes alternativas.