Según ha informado The Independent, varios colegios británicos están enseñando a su alumnado conceptos más propios del cristianismo medieval que de nuestra época.
Escuelas de Educación Cristiana Acelerada (ACE), así se llama el grupo que engloba varios de estos colegios, y que, basado en un sistema de enseñanza originado en el sur de los Estados Unidos, ha sido denunciado por algunos ex alumnos debido a las doctrinas que se vierten en sus aulas.
Creacionismo como materia de enseñanza en colegios británicos
En esta red de enseñanza, no solo se reniega del evolucionismo darwiniano, apostándose por la versión bíblica creacionista, sino que se cataloga a la homosexualidad como antinatura y se promueve también entre las niñas la sumisión y acatamiento a los mandatos del hombre.
The Independent ha tenido acceso a alguno de los libros y, en la definición de homosexualidad, puede leerse: Homosexual activity is another of man’s corruptions of God’s plan. (La actividad homosexual es otra de las corrupciones del hombre en los planes de Dios).
«Nadie fuera de las escuelas sabe acerca de lo que sucede dentro, por eso han seguido así durante tanto tiempo», fueron las palabras de una antigua estudiante que, tras diez años fuera, se horroriza de la educación recibida.
El método didáctico de estos colegios británicos, también cuestionable
Pero si algo ha suscitado controversia, eso ha sido el método didáctico que utilizan estos colegios. Partiendo de la «auto-salvación«, o más bien basándose en ella, en la primera mitad de la jornada diaria se recluye a cada uno de los alumnos en cabinas espaciales donde no pueden tener contacto con sus compañeros y dedican varios horas a la lectura en silencio. Ya en la segunda mitad, sí asisten a sesiones grupales.
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Uno de los lastres que dicen arrastrar algunos de los ex-alumnos entrevistados es el de la interactuación social
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De igual modo, en otras sesiones, a los niños se les dotaba de dos banderas, habiendo de levantar una para distintas consultas (entre las que estaba pedir permiso para ir al baño), y otra para señalizar que estaban listos de cara a realizar una prueba o responder una pregunta.
Cheryl Pove, antigua alumna, confiesa a su vez que las enseñanzas eran muy sexistas, adoctrinándose a las niñas en el sentido de que se había de obedecer al hombre: fuera el marido, el pastor, o cualquier otra figura masculina.