Leo Barnett es un niño de tres años de edad que se vuelve de color naranja cuando come zanahorias
El pequeño padece una enfermedad muy rara denominada Hiper-beta carotenemia, lo que produce que su cuerpo no asimile el caroteno, encontrado en las frutas y verduras de color naranja.
Su madre se ha visto obligada a poner a su hijo bajo una estricta dieta y suprimir todos los productos que contengan caroteno.
El primer síntoma de esta enfermedad llegó cuando apenas tenía seis meses de vida. «Leo tuvo neumonía y estuvimos muy cerca de perderlo. Sus riñones y el hígado estaban fallando por lo que pensamos que esa era la razón de su color de piel», afirmaba su madre, Angie.
Sin embargo, con el paso del tiempo el color persistía y los médicos empezaron a creer que era por el suministro continuado de zanahorias. Su progenitoria decidió dejar de proporcionar al niño todo tipo de productos de ese color pero no sirvió de nada.
En un análisis de sangre, los médicos encontraron que al niño le faltaba una enzima del hígado, que hace posible que su cuerpo convierta el caroteno en vitamina A que, a su vez, proporciona fuerza a su sistema inmunológico y así evita tener infecciones. Por lo tanto, a pesar de que para una persona saludable las dosis altas de caroteno no suponen un riesgo para la salud, para Leo puede ser peligroso, ya que su sistema inmunológico es muy débil.
El pequeño lleva una vida normal, sin embargo, tiene prohibido consumir el tipo de verduras que para el resto del mundo son saludables. «Estoy acostumbrada a que me paren en la calle y me pregunten por mis vacaciones, debido al color bronceado que tiene mi hijo. Es entonces cuando tengo que explicar que padece una extraña enfermedad que le otorga ese color», admite Angie. «En septiembre cuando empiece al colegio va a ser difícil, tendré que prepararle comida para llevar», añadía la preocupada madre.