Andrew Hyde logra adaptarse a una vida minimalista tras reducir, rechazar y reorganizar sus pertenencias
«No se suponía que fuera un experimento medioambiental pero algunos lo ven de ese modo», nos cuenta Andrew Hyde. Y es que una persona que posee tan solo 15 artículos se convierte en alguien especial.
Muchos, cuando se enteran de la historia de Andrew, se preguntan el por qué de la decisión e intentan encontrarle un significado. Él, sin embargo, contesta sinceramente cuando le preguntamos: «quería viajar y no tener una cantidad enorme de equipaje que transportar conmigo. Además no quería preocuparme en llevar una gran cantidad de cosas para no tener que preocuparme por ellas».
Estamos hablando de una persona que eligió viajar como modo de vida. Andrew dejó su trabajo como community organizer para el start-up TechStars en Nueva York y vendió sus posesiones. Desde entonces para Hyde todo ha ido sobre ruedas. Él lo llama en su blog «minimalismo», al que dedicó más de un post antes de emprender esta aventura, como en el que menciona una vida solo con 100 artículos en su «100-item minimalism». Mientras se dedicaba a reducir sus pertenencias a 100 se retó él mismo a disminuir ese número a solamente 15. Si alguno se pregunta cuáles son estos 15 elementos con los que viaja Andrew, la lista es la siguiente: una mochila, un Iphone, una cámara pequeña, un Ipad, una camiseta de manga larga y otra de manga corta, unos pantalones largos y otros cortos, ropa interior, unas chanclas, unas gafas de sol, su cartera, una toalla, una chaqueta y su neceser.
Él asegura que cuanto más grande es tu círculo de amigos menos son las cosas que necesitas llevar contigo mientras viajas. Puedes pedir prestado desde una sartén hasta un traje o incluso una casa si resulta que tus amigos se encuentran de vacaciones. Así que si eres de los que piensa que habría cosas en esta vida que no podrías vivir sin ellas te equivocas, siempre hay una alternativa y Andrew así lo demuestra. Cuando le preguntamos por futuros proyectos nos responde con un simple «ahora viajar sigue siendo mi experimento».
El adaptarse a una vida minimalista se traduce en tres premisas: Reduce, deshaciéndote de algunas de tus pertenencias; rechaza adquirir más cosas de las que ya tienes; reorganiza tus prioridades. Si se siguen estas pautas no sólo se aprovechará el dinero para cosas más beneficiosas sino que también se tendrá mejor calidad de tiempo para hacer las cosas que más se disfrutan.
Jorge Sánchez es un español cuyo interés en viajar le hizo desprenderse también de sus pertenencias. Lleva 30 años dando la vuelta al mundo y en 2003 terminó de conocer los 194 países registrados en las Naciones Unidas. El equipo para un viajero según Sánchez se caracteriza porque «la clave es no tener necesidad de casi nada, solo de lo más básico, como son los útiles de aseo, un poco de ropa para ir cambiándote cuando se ensucie o desgaste, un saco de dormir y, en mi caso, una libreta para ir anotando las impresiones del viaje y de las personas que conozco».
Viajando te das cuenta que hay que mantener la mochila lo más vacía posible, lo cual podría también aplicarse a nuestra vida cotidiana. Así uno aprende que con menos es suficiente.