La paradisíaca playa de Awaroa beach, muy cerca del parque natural Abel Tasman National Park y ubicada en Nueva Zelanda, ha sido devuelta al gobierno para que se pueda hacer de ella un uso público.
El futuro de las playas privadas más cerca del fin
Todo empezó con una campaña de colaboración colectiva, una propuesta generalmente conocida como crowdfunding. La iniciativa, ha sido impulsada por dos cuñados que se propusieron devolver este pedacito de naturaleza virgen al parque nacional Abel Tasman National Park.
[pullquote]A esta playa únicamente se puede acceder en helicóptero o en barco y eso la hace todavía más excepcional[/pullquote]
Lo que al principio pareció una idea utópica, tuvo muy buena recepción por parte de los ciudadanos de la zona. Una acogida muy similar a la reciente iniciativa gratuita de playas urbanas en Londres. De esta manera, la aportación económica y voluntaria de casi 40 mil ciudadanos neozelandeses ha cambiado el futuro de esta playa que ahora queda al margen del uso privado.
La campaña superó con éxito las expectativas
En total han conseguido recaudar 1.3 millones de libras, una cifra que supera la cantidad inicial esperada. La gran acogida de la campaña por parte de los ciudadanos ha sorprendido gratamente tanto a los principales impulsores como al resto de la comunidad, que ahora presume de estar más unida.
El anterior propietario, Michael Spackman, alquilaba este territorio de más de 7 hectáreas por partes, pero esta dinámica se acabó en cuanto los ciudadanos recaudaron el dinero necesario en tan sólo tres semanas. A partir de ese momento, el empresario aceptó la venta de la isla.
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