Un grupo de científicos utilizaron un escáner de rayos X para hacer una copia casi exacta de estos famosos violines de más de 300 años de antigüedad.
La investigación fue presentada en la Sociedad Radiológica de América del Norte y se utilizó un Stradivarius llamando Betts, localizado en la biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
Fue el radiólogo Steven Sirr el precursor de la idea, quien, ya en 1988, pensó en utilizar escáneres para visualizar las imágenes de estos aparatos musicales.
Los resultados de la investigación, según apunta BBC Mundo, delatan que aquellos instrumentos más antiguos tenían agujeros de gusanos, así como varios defectos incluyendo grietas. Estos pueden ser los responsables de la creación de tan distintivo sonido.
Al parecer, las tres copias que se realizaron son muy similares a los originales. El doctor Sirr explica la complejidad del proceso: «Cuando hacemos el violín, copiamos los cambios que han ocurrido en más de 300 años, incluyendo las variaciones de la madera. Copiamos las pequeñas deformaciones de las tapas, que se ha producido debido a la fuerza de las cuerdas y de otras partes del violín».
Con este avance se pretende ayudar a abrir un camino para que los estudiantes de música puedan tener acceso a copias casi idénticas de los famosos y aclamados violines Stradivarius.