Con un bagaje de 17 derrotas, 6 empates y tan solo una victoria regresa el Real Madrid a suelo germano, territorio maldito y motivo histórico de disgusto blanco, presente también este curso. Dortmund volverá a ser el lugar del crimen y el Borussia el posible verdugo, en un escenario que vio caer a los de Mourinho en fase de grupos (2-1). Los blancos, en mejor momento moral y físico que seis meses atrás, tendrán que vencer al invicto de esta Champions League con los peores antecedentes posibles.
El Borussia Dortmund es sinónimo de toque rápido, dinamismo y verticalidad. Un equipo que tira de recursos camaleónicos y de calidad impropia para su precocidad. Los alemanes practican un fútbol de ataque sumado a un inteligente despliege táctico sin balón, lo que les permite ser fuertes en el contraataque y atreverse a un intercambio de golpes ante conjuntos de veloces transiciones como en este caso el Real Madrid. Campeón de la Bundesliga la pasada campaña y sin conocer la derrota en Europa, los de Klopp llegan a esta semifinal tras un triunfo ante el Málaga en el tiempo de descuento, hecho que empuja un poco más a un conjunto demoledor, que dispone de toda su plantilla para hacer frente al asalto blanco.
Por su parte, Mourinho afronta estas semifinales como un desafío particular. El portugués fue desbancado por la pizarra del técnico alemán en ambos partidos, el cual pudo haber conseguido un resultado más abultado en el primero y casi se hace con la victoria en Chamartín (2-2). Sin embargo, a pesar de tener la Liga como imposible, los merengues llegan al choque en un gran estado de forma y con un Cristiano Ronaldo que ya cuenta con 11 dianas en esta edición de la Champions. Los hándicap, la baja de Marcelo por lesión muscular, y la duda de la disponibilidad de Modric, pieza revulsiva y clave para el desarrollo del plan B ideado por el técnico portugués.
En cuanto a la lucha de estilos, el Dortmund apuesta por un control de balón liderado por Götze, Lewandosky, Kuba y Reus. Cuatro eslabones de una cadena virtuosa cuyas espaldas cubren Gündoğan y Bender, ambos también con presencia en el ataque. Con esta disposición los alemanes gozan de rápidos y fructíferos pases entre líneas, que no obstante cuentan con el riesgo del inspirado contragolpe madridista. El once de Mourinho no sabe de excusas cuando sus estrellas brillan, y un partido de ida y vuelta puede favorecer o perjudicar a cualquier escuadra, dando lugar a un resultado abultado o, por otro lado, a una psicología inversa que propicie un Real Madrid más especulativo. Los blancos no dan cabida a lo inesperado; expertos en alargar distancias y convertir un espacio en gol, dejan el testigo en tejado alemán, casi condenado a contruir el camino del encuentro, aunque no el resultado.
La última vez que Real Madrid y Dortmund se enfrentaron fue en las semifinales de Champions League en 1998, cuando los españoles eliminaron a los entonces defensores del título y acabarían ganando la Orejona bajo la dirección de Jupp Heynckes. Primero Dortmund y luego el Bernabéu dictarán si la gesta se repite o si la maldición sigue presente.
Posibles onces
BORUSSIA DORTMUND: Weidenfeller; Piszczek, Subotic, Hummels, Schmelzer; Gündogan, Bender; Kuba, Götze, Reus; Lewandowski.
REAL MADRID: Diego López; Sergio Ramos, Varane, Pepe, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso; Di María, Özil, Cristiano Ronaldo; Higuaín.