La peruana Ximena Garrido-Lecca expone en Londres su primera exhibición individual
Las grandes mutaciones que está sufriendo la identidad latinoamericana, construida con lentitud desde la independencia de la mayor parte de las colonias españolas a principios del siglo XIX, permite comprender propuestas como las de Ximena Garrido-Lecca. Esta artista peruana, máster en Artes Plásticas por la Byam Shaw School of Art de Londres, plasma desde sus primeros trabajos la recreación de las tradiciones de su país de origen, utilizados en respuesta a los procesos homogéneos de la globalización.
La Toma Mayor (2012). Fuente decorativa, ahora con alusivos motivos simbólicos.Tras su paso por la
Resistant Shapes: Cylindrical Planes (2012). Chapas de bidones de aceite que recuerdan la expansión colonial españolaSaatchi Gallery, donde forró de lápidas una de sus paredes, participa en la pasada edición de Frieze con la obra The Walls of Progress (2011), una referencia a la paradoja de cómo los sistemas tradicionales de construcción sirven de soporte para exhibir consignas y logotipos publicitarios de los productos de consumo.
Ahora, en la Max Wigram Gallery, su primera muestra individual en Londres, da un paso más hacia su reivindicación de lo local. Y lo hace a través de una serie de asociaciones simbólicas con el pasado político y social de su Perú natal, uno de los muchos países que ha sufrido las consecuencias del colonialismo y el imperialismo, a través de la sombra siempre presente del mundo occidental. La mirada decolonial ya es una recurrencia habitual de los artistas que sin olvidar su origen, se han formado en las vanguardias contemporáneas, adquiriendo argumentos que les permiten desactivar las coordenadas que definen el centro y la periferia, a través del reconocimiento de su propia historia. Esta reivindicación es una llamada de atención sobre los componentes diferenciadores de lo propio en oposición al proceso discursivo del arte de hoy, cuya crítica apunta su deriva hacia el mero consumo capitalista.
Reflexiones
En El Portal (2012) la artista nos invita a traspasar la puerta que nos separa de su mundo, de la tradición que pervive en su memoria y que ha sido manipulada por el poder colonial, interrumpiendo el desarrollo de unas identidades que aún hoy permanecen ocultas tras opacos muros. Así lo sugiere en Resistant Shapes: Cylindrical Planes (2012), un biombo construido con chapas de bidones de aceite, que paradójicamente aceleró su producción por la expansión de su cultivo, gracias a los colonizadores españoles que lo propagaron por el Nuevo Continente.
A través de la contraposición de elementos, la autora nos lleva a asociaciones reflexivas sobre la pervivencia de las culturas originarias, tal es el caso de Substance Turnover (2012). Un muro de adobe que rememora la tradición artesanal del extrarradio urbano, al cual se conecta la más básica de las luminarias para destacar un cactus, estereotipo abrupto de occidente sobre los países lejanos. En contraste, La Toma Mayor (2012) evoca la típica fuente que decoraba el patio central de las lujosas mansiones coloniales. En este caso, coronada con una gran mazorca de maíz, producto originario de las tierras del Sur.
La pieza más impactante y de gran potencial expresivo es Fractured Monolito-Toro pukllay (2012), una instalación que combina el ya característico muro de adobe de Garrido-Lecca con la proyección de Toro pukllay, una celebración ancestral que tiene lugar el Día de la Independencia en los pueblos de la cordillera andina. El momento más espectacular consiste en atar las patas de un cóndor al lomo de un toro. Sorprendido por el batir de las alas y por las tentativas del gran pájaro de picotearlo, el toro se vuelve loco por dos o tres minutos, brincando desesperado dentro de la arena entre los aplausos del público. El cóndor y el toro conforman una dualidad sagrada que representa la unión mítica de los mundos de arriba y de abajo. Pero también el cóndor representa al mundo andino y el toro al hispano, es la venganza del indígena frente a la invasión. A pesar de la imagen de crueldad que pueda transmitir, al contrario que en las corridas tradicionales, ningún toro muere y una vez acabada la representación, al cóndor se le devuelve la libertad.
El término antrópico hace referencia a lo relativo a la especie humana y suele oponerse al concepto de lo natural. En Paisaje Antrópico, Ximena Garrido-Lecca plantea una reflexión dirigida a ese amplio aparato digestivo que es la cultura de masas, donde los elementos primitivos y naturales se alejan cada vez más para dejar espacio a las imposiciones consumistas. Con sus prototipos artísticos, se opone a la red hegemónica para construir un modelo alternativo a los cánones de los valores instituidos. Su estética se convierte de esta manera en una herramienta que filtra y reelabora la información contradictoria que recibe del mundo actual. Ximena nos propone una novedosa expresión de pensamiento y acción crítica decolonial que plantea una revisión de actitud a las mentalidades dominantes, alentando otras formas de mirar, a la vez que despertando conciencias.
Paisaje Antrópico
Ximena Garrido-Lecca
Hasta el 5 de Mayo
Max Wigram Gallery
106 New Bond St.
W1S 1DN
Londres