Los trabajadores del metro de Londres han hecho saltar las alarmas de nuevo. Desde Ruislip Depot han anunciado una huelga de 12 horas, que se mantendrá los días 3 y 4 de agosto. El motivo de la huelga, los pagos. Parece ser que desde la organización no se han resuelto los problemas y, por consecuencia, los trabajadores pasarán a la acción.
Según el colectivo de trabajadores de transporte (RMT), esta huelga era inevitable. “Desde el Metro de Londres no se han movido para solucionar el problema”. El Director General del colectivo insistía en que esa pasividad es el motivo de la huelga. «No nos han dejado opción. Tenemos que protestar en busca de la justicia para nuestros compañeros», afirmaban desde RMT.
El epicentro del movimiento será Ruislip Depot. Está situado entre las estaciones de Ruislip Gardens y West Ruislip, conectadas ambas con la línea Central del metro. Ante la preocupación de la población por las consecuencias que pueda generar, la TFL ha afirmado que la huelga no afectará a los servicios de los ciudadanos.
El primer movimiento será desde las 19:00 horas del viernes 3 de agosto hasta las 07:00 del sábado. El segundo movimiento se hará efectivo desde las 07:00 horas del domingo hasta las 19:00 del mismo. Dos huelgas de doce horas cada una.
El Metro de Londres, causante del problema, ha afirmado que el movimiento de esos días no generará problemas a los pasajeros. Además, han declarado que buscarán una solución cuanto antes para evitar problemas aún más graves.
No es la primera huelga
El metro de Londres sigue estando en el foco de las miradas. Hace dos semanas, volvían a ser los protagonistas ante un posible parón de la Picadilly Line en pos de la visita de Trump. El 14 de junio también saltaban las alarmas por un movimiento en la Jubilee Line. Ambos movimientos fueron cancelados, pero el revuelo causado por las mismas refleja una posible lacra en la gestión del Metro de Londres.
En el sindicato ya han advertido que, de no encontrarse una solución, los movimientos de huelga crecerán. El transporte es un servicio fundamental en la capital inglesa: un parón en este sector conlleva graves consecuencias.