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Crítica de ‘Jack Reacher’: la parodia inversa de Tom Cruise

Christopher McQuarrie, guionista del clásico Sospechosos habituales (1995), vuelve a la dirección después de doce años, desde que debutara con Secuestro infernal (2000). Y vuelve bajo la producción y el protagonismo de su buen amigo Tom Cruise, con el que mantiene una estrecha relación laboral y personal que tuvo sus inicios en Valkiria (2008). Los dos volverán a trabajar juntos en All You Need is Kill, Top Gun 2 y Missión Imposible 5. Pero antes de que esas tres superproducciones salgan a la luz, el duo nos regala (es un decir) un intrascendente thriller de acción que guarda, eso sí, algunos buenos momentos.

Buenos momentos como el arranque de la película, emocionante e intenso, y que recuerda inevitablemente a las escenas en las que el psicópata Scorpio de Harry el sucio (1971) ocasionaba el caos en San Francisco. Jack Reacher empieza con una cruel matanza; un francotirador va matando sin piedad, uno a por uno, a cinco transeúntes que pasean tranquilamente por la acera. El principal sospechoso, James Barr (Joseph Sikora) caerá en coma debido a una brutal paliza,no sin antes pedir al policía encargado del caso, Emerson (David Oyelowo), y al fiscal Rodin (el ubicuo Richard Jenkins) que llamen a un misterioso ex militar de nombre Jack Reacher (Tom Cruise).

Con la ayuda de la abogada, Helen (Rosamund Pike paseando su agrad able escote durante buena parte del metraje), Reacher descubrirá que no todo es lo que parece, que existe una conspiración en la sombra liderada por The Zec (Werner Herzog)…y que Barr es inocente.

El filme dirigido y escrito por McQuarrie, basado en una serie de novelas de Lee Childs, no deja lugar a dudas de sus intenciones desde que las primeras imágenes enseñan el «A Tom Cruise production». Todo perfectamente calculado para lucimiento de su primordial y poderosa estrella, algo que en principio no es ni bueno ni malo por sí mismo.

El problema es cuando ese lucimiento se alía con eso a lo que el crítico Pablo Vázquez llama «parodia inversa», entiéndase esto como el tratamiento serio de lo que se ve en películas de humor paródico (tipo Agárralo como puedas o Scary Movie). Cruise, disfrutando de su impagable personaje, llega a soltar, por ejemplo, frases del tipo «voy a golpearte hasta que mueras y después beberé tu sangre de una bota» (sic), o véanse también todos los risibles planos que muestran a cualquier chica que se encuentra con Reacher (cajera de supermercado, vendedora de tickets, cuando Jack entra en una discoteca etc) «enamorada» del atractivo investigador nada más verlo; el hecho de que McQuarrie enfatice estos instantes lo hace áun peor. Sin embargo, nada de lo anterior es comparable con el ridículo ataque a Reacher en un cuarto de baño por parte de dos malhechores armados con bates de béisbol, secuencia que contiene uno de los peores deus ex machina para que el héroe salga ileso vistos en una pantalla.

No obstante, y a pesar también de los aburridos diálogos, el resultado final no es del todo defectuoso. El reputado miembro de la iglesia de la Cienciología cumple como suele hacerlo la mayoría de las veces y demuestra por qué es uno de los actores más importantes de Hollywood. Tom Cruise, poco dado a usar dobles, chulea con gusto en la mejor secuencia de acción de la película: la persecución a todo trapo en coche por las calles de Pittsburgh, en las que el sonido del motor de los autos hacen palpitar bien las entrañas gracias al espectacular sistema de audio de los cines actuales.

Además, es de agradecer la aparición del cineasta Werner Herzog, en una de sus pocos trabajos como actor, y un tema musical bastante pegadizo a cargo del compositor Joe Kraemer.

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