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Crítica de Edge of Tomorrow (2014): Cruise vuelve a cumplir

Después de la excelente Oblivion (2013), Tom Cruise vuelve con otro brillante blockbuster de ciencia ficción basado en la novela All You Need is Kill, del japonés Hiroshi Sakurazaka. Dirigida por Doug Liman, que aquí firma su mejor obra, Al filo del mañana (título con el que se conoce en España) mezcla de forma inteligente una historia sobre viajes en el tiempo con espectaculares efectos visuales a medio camino entre el Aliens de James Cameron y Matrix…y esta última referencia es bastante clara en el tercer acto del metraje.

 

La Tierra ha sufrido una brutal invasión extraterrestre. No sabemos de dónde vienen (ni falta que hace; una de las virtudes del film de Liman es la elipsis narrativa), pero sí hacia dónde van: la destrucción de la humanidad. William Cage (Cruise), un militar de alto cargo, es enviado por su jefe (Brenda Gleeson) al campo de batalla a pesar de no tener experiencia en la lucha cuerpo a cuerpo. Cage es cobarde e inexperto, solo preparado para el trabajo administrativo. Poco dura matando aliens, pero el momento de su muerte tendrá un giro inesperado, ya que la sangre de uno de los bichos hace que el soldado novato reviva en el pasado una y otra vez. El destino lo acercará a Rita (Emily Blunt), avezada combatiente que ayudará a Cage a formarse como Dios manda con la intención de eliminar la plaga que acecha el planeta.

Hay que pararse seriamente a meditar sobre la carrera de Tom Cruise. A diferencia de otros actores de similar caché, como por ejemplo Nicolas Cage –sí, lo sé, también similar apellido que el personaje protagonista de Edge of Tomorrow-, el actor norteamericano no ha dado demasiados pasos en falso. Su buen criterio para elegir papeles es digno de mención; la mayoría de sus títulos «serios» o sus films veraniegos pueden presumir de no dormirse en los laureles del guión insípido o la acción facilona. Llámenlo loco miembro de la Iglesia de la Cienciología, si quieren, pero no se le puede reprochar su gran hacer en la industria de Hollywood. A sus 52 años, Cruise acierta otra vez, mostrando una envidiable forma física y una de sus mejores interpretaciones de los últimos años (y van…).

El éxito de Edge of Tomorrow se debe además al material del que parte. Los tres guionistas encargados del proyecto no lo tenían sencillo para no caer en el cliché de este tipo de productos con enorme presupuesto (que chulea un poco cuando un helicóptero aterriza en pleno Trafalgar Square de Londres) y apto para todos los públicos. El deslumbrante estilo visual no se convierte en la parte por el todo, y es la bien hilvanada trama la que triunfa en el resultado final. El pertinente diseño de los alienígenas hace que sintamos el peligro de sus tentáculos. Asustan, con sana imaginería terrorífica; sentimos la emoción del momento cada vez que desmiembran a los soldados en la principal localización de la batalla: una playa francesa cuyo uso por parte del director recuerda a aquel de Salvar al soldado Ryan (1998).

Al filo del mañana consigue que los personajes nos importen, nos interesa qué va a pasar después y cómo se solucionará todo. Cierto es que la película no es perfecta. No se consigue entender correctamente el motivo por el que Cage es enviado a luchar, por ejemplo, lo que transforma ese momento en uno de la McGuffins más estraños vistos últimamente, aunque es algo perdonable dentro de un conjunto honesto y solvente que no se toma a risa las capacidades de la ciencia ficción para emocionar y derrochar energía.

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