La tercera colaboración entre el catalán afincado en Estados Unidos Jaume Collet-Serra y Liam Neeson es otro sólido thriller que no queda desfavorecido por los lugares comunes usados. Un gran reparto y la sensibilidad del barcelonés a la hora de mover la cámara consiguen que el nivel de los productos “reparte leñas” de Neeson siga siendo muy alto…sin contar con la horrible y reciente Taken 3, de cuyo nombre no quería acordarme y al final me he acordado.
Después de años de asesino a sueldo, Jimmy Conlon (Liam Neeson) vive retirado con la única compañía de botellas de alcohol y los remordimientos que lo atormentan. El momento de redimirse llega cuando su hijo Michael (Joel Kinnaman), que nunca ha querido saber nada de su padre ni del sucio mundo que lo rodeaba, se mete en un lío muy serio: Michael es testigo de cómo Danny (Boyd Holbrook, que ya trabajó con Neeson hace unos meses en Caminando entre las tumbas), el vástago del todopoderoso mafioso y amigo de Jimmy, Shawn Maguire (Ed Harris), mata a unos traficantes de droga albaneses. Jimmy no tiene más remedio que ejecutar a Danny para defender a Michael, y Shawn no tendrá más remedio que perseguir a los dos Conlon para vengar la muerte de su “retoño”. Una noche larga que dejará Nueva York patas arriba.
El virtuosismo de Jaume Collet-Serra
Con cada una de sus obras, Collet-Serra viene demostrando que el carácter acomodaticio no se encuentra en su forma de hacer películas. Aunque siga sin despuntar como director de clase A en la cinematografía norteamericana, llena de tanta competencia y pesos pesados, camina con paso firme en el terror y el policíaco contemporáneos. Y Run All Night es el mejor film del español hasta la fecha. Se nota que ha disfrutado saboreando todos los dólares del presupuesto y la calidad de los intérpretes disponibles. Las cualidades de las anteriores incursiones en el cine de género (La huérfana, Sin identidad o Non-Stop) se magnifican en este último trabajo.
La película no descubre la pólvora, pero sí que la utiliza con refinamiento y gracia en escenas “shoot’em up” y varias persecuciones de altura. Solo hay que fijarse en la espectacular huida de un coche de policía al intentar ser cazado por el auto que conduce Neeson en las calles neoyorquinas para apreciar el virtuosismo del realizador. Si a eso añadimos el mimo con el que el director de fotografía –el alemán Martin Ruhe– reproduce en imágenes la visión del guión, nos encontramos con una película ganadora.
Oscura y descarnada, Run All Night brilla por tener el buen criterio de ir más allá visualmente, siendo conscientes sus creadores –no me cabe duda de que lo son- de que la trillada historia no aguantaría el tipo por sí sola. El indulto del matón, el perdón entre padre e hijo, la propia justicia de la mafia frente a la laxitud de la policía…es algo que hemos visto cientos de veces desde los tiempos en que Charles Bronson decidió reciclarse en justiciero de la ciudad. Aún con ese hándicap, la narración tiene tiempo para indagar en los personajes principales y no dejarlos como meros elementos unidimensionales de la función. No es mucho; sí lo suficiente en este caso.
A pesar del tirón de orejas que hay que darle a los responsables de Run All Night por desaprovechar al siempre genial Bruce McGill ofreciéndole un papel sin diálogos ni enjundia, un excelente equipo artístico -donde hasta Nick Nolte aparece de invitado especial-completa una cinta que cumple con su propuesta y reivindica al tándem Neeson/Collet-Serra como exponentes del cine de acción adulto, honesto y dispuesto a durar hasta que la fórmula se agote.
Creo que alguien no vio nunca el padrino
Creo que alguien no vio nunca el padrino
well, so nice info sir