El pasado jueves 9 de junio tuvieron lugar en las instalaciones de la Consejería de Empleo y Seguridad Social de Londres, las jornadas Cultup, organizadas por Fibicc (Fundación iberoamericana de las industrias culturales y creativas). Estas charlas, dirigidas a jóvenes interesados en desarrollar proyectos culturales en el exterior, buscan facilitar a los interesados una guía para a llevar a cabo sus futuros proyectos en el campo de la cultura.
CultUp en Londres
Santiago Arroyo, director del programa, congregó bajo este iniciativa a varios jóvenes. Gloria López, secretaria general de la Oficina de Empleo y Seguridad Social, fue la encargada de abrir la sesión con una palabras de agradecimiento a los organizadores. Beatriz Mérida, máxima responsable del área de Cultura de la Embajada de España en Londres, también participó en las jornadas.
Dos ejemplos de iniciativas culturales en Londres
Dado que no hay mejor enseñanza que la experiencia, desde la charla se quiso empezar precisamente con la versión y visión de dos personas que ya habían recorrido el camino que les quedaba aún por hacer a todos los que escuchaban. Por una parte, Paco de la Coba, director de El Ibérico Gratuito, hizo su presentación desde la privilegiada posición que aporta un proyecto ya consolidado (en junio se está celebrando el sexto aniversario del periódico), mientras que por otra, Carolina Badas, relató los avances que iba consiguiendo con un negocio que echa a andarn poco a poco, un galería de arte online cuyo próximo paso, avanzó, sería el de conseguir un espacio físico donde realizar exposiciones.
Ambos partieron de la importancia que suponía una idea perfilada, además de en lo creativo, en lo económico, donde surgían la mayor parte de las dificultades. «No vale con tener una buena idea si nadie la apoya, por ello, la concepción de un buen plan financiero, y conseguir patrocinadores, es lo primordial para no fracasar desde un primer momento», explicó de la Coba. «Valorar la rentabilidad, porque no solo hay que obtener beneficios al descontar alquileres, sueldos y gastos de producción, sino que además, te tiene que quedar el suficiente dinero como para que te permita vivir de ello», apuntó. Badas apoyó este argumento: «¡Porque nosotros también comemos!».
Los dos hicieron hincapié en que centrarse en un determinado público es lo idóneo. Sus negocios -comentaron los emprendedores– no podían abarcar a toda la población. Y tanto el director del periódico como la galerista eligieron el mercado iberoamericano. Independientemente del idioma, cubrir este sector era lo más sensato (una cultura los unía), así El Ibérico informa a la población hispanohablante de Londres y Carolina Badas da espacio a artistas españoles y sudamericanos con un trato cercano en el desalmado mercado londinense.
Y, tras todo ello, esfuerzo, esfuerzo y esfuerzo. La ciega convicción de conseguir aquello en lo que creemos. Nadie regala nada. De la Coba señaló la importancia del factor suerte, había un momento en que la moneda estaba en el aire e igual podía caer cara que cruz, pero, al menos, nuestro trabajo había de estar ya hecho. Y ese trabajo había de haberse hecho en cada hueco que tuviéramos, en domingos, en fiestas, en nuestro «tiempo libre»; no había otro modo.
Tras sus exposiciones, tocó el turno a Santiago, quien, haciendo una especie de mesa redonda, invitó a los oyentes a que hablaran sobre sus proyectos para aconsejarles y darles diferentes alternativas de cara a que estos llegaran a buen puerto.