Portada | Escaparate | Tecnología | Curiosity con rumbo a Marte

Imagen piloto de Curiosity. / NASA/JPL.El pasado 26 de noviembre tuvo lugar el despegue del cohete Atlas V, en cuyo interior reposaba Curiosity, un robot que tiene como objetivo estudiar la corteza terrestre del Planeta Rojo

El cohete despegó a las cuatro de la tarde (hora española) desde el centro espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, Florida, y tiene prevista su llegada al Planeta Rojo en agosto del 2012 para estar 686 días, lo que supone un año marciano.

Sin embargo, estos artefactos tienen una duración estimada de 14 años. El subdirector del proyecto, Ashwin Vasavada, no oculta su orgullo ante la prensa: «Esta es la máquina soñada de un científico. Este es el explorador científico más capacitado que hemos enviado, estamos muy entusiasmados».

 

Este robot, de seis ruedas y una tonelada de peso, cuenta con una pila nuclear en vez de energía solar, un método que ya habían usado otros dos cohetes, cuyos paneles se encuentran muy cubiertos de polvo marciano.

Para facilitar la vista de Marte, Curiosity trae consigo cámaras de navegación con objetivos tales como un gran angular y ojos de pez. Estos últimos serán muy útiles para vislumbrar accidentes en el terreno y para articular el brazo que servirá de gran ayuda a la hora de recoger materiales marcianos, como piedras o muestras, que se podrán analizar más adelante. Asimismo, viene dotado con un taladro y un láser, capaz de leer la composición de los elementos que tiene una piedra, una vez proyectado el rayo contra ella.

Entre los instrumentos que se utilizan en el laboratorio se hallan un espectómetro de rayos X, una cámara espectroscópica y un detector de hidrógeno. Todos ellos desarrollados en Canadá, Francia, Estados Unidos y Rusia.

Por su parte, España realiza la aportación de una estación meteorológica al proyecto. El desarrollo de la misma viene liderado por el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA). Con ella se pretende monitorizar los niveles de radiación en la superficie marciana, así como las condiciones ambientales y los procesos geológicos.

Con este experimento, cuyo principal objetivo es el de investigar signos de vida microbiana, se pretende conseguir 250 megabits diarios de información. Así lo afirma el doctor Ashwin Vasavada: «El objetivo es hallar ambientes potencialmente habitables.»

Su aterrizaje es algo novedoso. Otros artefactos anteriores utilizaban un sistema de bolsas de aire para amortiguar la caída. Curiosity lleva acoplado una grúa-cohete que suaviza la velocidad de la caída. Esto es muy importante para los científicos que ya están pensando en proyectos futuros: «Es una aproximación novedosa y, de probarse exitosa, señalará el camino para el envió de objetos aún más grandes a Marte, algo que será importante para el envío de misiones tripuladas», comenta Jonathán Amos, corresponsal científico de la BBC.

La idea de explorar Marte comenzó en el año 1976 con el programa Viking. En 1997 continuó su estudió con el Sourjones y siguieron investigando en el año 2004 con el lanzamiento de los Mars Rovers. De todas las misiones que se han llevado a cabo desde los años 60, sólo un tercio han aportado datos importantes.

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