Portada | Cultura y Ocio | Cine | Daniel Monzón: “Fue de la particular idiosincrasia de nuestras cárceles de donde sacamos la inspiración para crear la película”

Daniel Monzón: “Fue de la particular idiosincrasia de nuestras cárceles de donde sacamos la inspiración para crear la película”

La que fuera una de las grandes revelaciones del cine español y del género carcelario, llega por fin a las pantallas británicas. Celda 211, la cinta triunfadora de los Goya 2010 (consiguió 8 premios) y reconocida por la federación de productores de España con el premio a la película española de mayor repercusión internacional, se proyectará en los cines del país a partir del 15 de julio. El Ibérico pudo hablar con Daniel Monzón, director del thriller, quien habló del reconocimiento que está teniendo la película desde su estreno y de sus próximos proyectos: El Niño, un thriller de aventuras y Muder Weekend, una comedia negra rodada en Inglaterra.

¿Te esperabas este éxito con Celda 211?

Sinceramente, no. Todos los que hacíamos la película sentimos algo especial durante el proceso de hacerla, desde la escritura misma del guión. Nos sentíamos orgullosos del resultado. Pero nunca sabes cómo va a recibirla el público hasta que finalmente la proyectas en una sala y compruebas su reacción. Esa primera proyección tuvo lugar dentro del marco del festival internacional de cine de Venecia y la sala entera reaccionó de la mejor forma posible: vivieron una montaña rusa emocional y terminaron por aplaudir a rabiar…

El género carcelario ha sido poco abordado en el cine español. ¿Cómo encaraste el proyecto? ¿Con qué referencias partiste?

Tanto mi co-guionista, Jorge Guerrica Echevarría, como yo partimos del esqueleto argumental que nos proporcionaba la novela homónima en la que se basa la película y después decidimos que, para convertir nuestra «película carcelaria» en algo singular, y no en una mera copia u homenaje a otras cintas de prisiones, debíamos acudir a la realidad para llenar de carne y verdad nuestra historia. Las referencias en este caso vinieron, por tanto, de todas las visitas a centros penitenciarios, conversaciones con presos reales -algunos con un historial delictivo tan duro y abultado como el de Malamadre-, charlas con funcionarios de prisiones, familiares de presos, educadores y demás gente involucrada en la institución carcelaria española. Fue de la particular idiosincrasia de nuestras cárceles de donde sacamos la inspiración tanto para el guión, sus personajes y diálogos, como para el estilo realista, casi documental, con el que decidí que debía llegar esta historia al espectador.

Celda 211 es un thriller carcelario con una historia potente y un ritmo lleno de tensión. Ingredientes más que suficientes para triunfar fuera de España, ¿Cómo ha sido la trayectoria internacional del filme?

Extraordinaria. Se ha ido estrenando prácticamente en todo el mundo. Hace poco fue reconocida por la federación de productores de España con el premio a la película española de mayor repercusión internacional. Ha estado en cientos de festivales, ha recogido decenas de premios… Es una película que se niega a terminar su carrera. Por ejemplo, ahora, con su estreno británico me recuerda que sigue viva. Y me siento muy orgulloso de que se estrene en un país que adoro como Gran Bretaña… En cualquier caso, lo más importante para mi es que el público la disfrute.

Luís Tosar aborda un papel sobrecogedor. ¿Tuviste que guiarle mucho en su interpretación? ¿Con qué referencias jugasteis para crear ese personaje?

Luís Tosar es uno de los mejores actores europeos del momento. En su día, cuando íbamos por festivales como el de Venecia, Toronto o Nueva York, le comparaban con el joven Robert De Niro, capaz de metamorfosearse en el personaje como un camaleón. No es una comparación errada desde mi punto de vista. Luís es muy grande y no hace falta darle muchas indicaciones, él es pura humanidad y absorbe todo como una esponja; sólo procuré crear un clima cálido de trabajo y mantener todas las conversaciones posibles sobre el entorno carcelario y el personaje que pude; le di biografías escritas por el puño y letra de algún preso histórico, visitamos juntos algunos centros penitenciarios y, en particular, mantuvimos una muy valiosa entrevista con un presidiario que al guionista y a mí nos sirvió de plantilla para Malamadre. Aquel encuentro con ese preso fue oro para Luis. Sacó muchas cosas, desde la actitud física del personaje hasta su angustia vital. Para aquel hombre, la psicosis era el estado natural de las cosas, como nos confesó, literalmente.

¿Cómo valoras el panorama actual del cine español? ¿Cuáles crees que han sido los males endémicos de nuestra industria?

Si hablamos en términos de porcentajes, el número de aciertos anuales del cine español no está tan alejado del de una industria todopoderosa como la norteamericana. Sí que tenemos al menos un diez por ciento cada año de estupendas películas… El peor mal tiene que ver con la falta de medios para promocionar las películas y hacernos un hueco en nuestras propias pantallas. Yo creo que esa es una asignatura pendiente que los productores españoles empiezan a atender más últimamente…

Algunos compañeros de tu generación han cruzado el charco para trabajar en los EEUU. ¿Te has sentido tentado para dar el salto al otro lado del Atlántico?

Me han ofrecido bastantes cosas y tengo un muy buen representante allí. Si algún día surge un proyecto que vea claro, no tengo el menor inconveniente, al contrario. Lo que sí trato es de mantenerme alejado del canto de las sirenas. Ya se sabe que ese tipo de música sólo conduce a la locura…

¿Podrías destacar algún director actual que te sirva de referencia o que admires?

He sido -y sigo siendo- un cinéfilo empedernido. He visto tantas películas y me han influido tantas visiones que me resulta imposible citar un nombre, me influyen hasta las supuestamente «malas películas». A veces sacas de ellas conclusiones muy valiosas… Pero sí recuerdo que mis héroes de adolescencia eran Alfred Hitchcock, Orson Welles y Luis Buñuel… Casi nada…

La muy clásica: ¿En qué proyectos trabajas actualmente?

He escrito junto a Jorge Guerricaechevarría un thriller de aventuras llamado El Niño sobre un muchacho de diecinueve años que se pone a traficar con hachís en el estrecho de Gibraltar y se mete en un lío mucho más grande de lo que imaginaba. Hemos escrito la historia tras un año de conversaciones con delincuentes y policías y, además de un relato lleno de tensión y espíritu de aventura creo que también refleja lo que está ocurriendo en un punto verdaderamente caliente del mundo actual. La zona del Estrecho es la puerta a Europa para todo tipo de tráficos, no sólo de drogas, también de seres humanos, de armamento, etc… Por otro lado, y como antídoto a la claustrofobia de Celda 211 también escribimos una trepidante comedia negra que sucede precisamente en Inglaterra, Muder Weekend, y que quiero rodar con un reparto coral de magníficos actores ingleses. Trata sobre un grupo de actores que se dedica a ese tipo de representación para turistas de fin de semana, en que se pone en escena una trama con crímenes a lo Agatha Christie, y que de repente han de vérselas con un asesinato real.

Alberto Ammann, que interpreta a Calzones y Luís Tosar, en el papel de Malamadre.

Relacionado

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio