Hablar del rock, britpop o indie de los años noventa en Londres es hablar de Camden Town y sus alrededores. Los que ahora son ejemplos a seguir para nuevos grupos y se han consolidado como referentes de la música inglesa de las dos últimas décadas, dieron sus primeros pasos en los pubs de la zona. A sólo una parada de metro de Camden se encuentra Kentish Town y enfrente de su estación aparece uno de los pubs más famosos por su música en vivo: The Bull and Gate. De aspecto familiar y tranquilo, este pub esconde dos salas en su interior destinadas para el uso de los grupos. Su propietario, Patrick Linksey, menciona orgulloso los nombres de las bandas que hicieron retumbar las paredes del local desde hace 30 años.
«Coldplay, Muse, Keane, The Darkness, Blur, The Manic Street Preachers, Suede, The Libertines, Razor Lights y muchos más pasaron por aquí», presume Linksey, al recordar los tiempos en los que estos grupos apenas eran unos aficionados que querían hacerse hueco en el panorama musical británico.
Algunos de ellos repitieron la experiencia de tocar en el bar y otros se han hecho clientes del mismo, como uno de los integrantes de Razor Light o el polémico Pete Doherty, miembro principal de la banda The Libertines.
Linksey muestra orgulloso los artículos, carteles y fotos que corroboran el paso de estas celebridades por el carismático local. Así, se puede observar a unos jóvenes componentes de Blur subidos al escenario en 1990 o el cartel que anuncia el concierto de Pulp en el año 1986.
Es en esos artículos donde se percibe la juventud de Chris Martin, vocalista de Coldplay, quien es definido por el periodista como «angelical e inocente», al llevar puesto un jersey poco favorecedor. Como anécdota de aquellos años, en el recorte de prensa se puede leer que Chris decidió tocar una balada acústica para después pedir perdón al público del pub por «ser aburrido».
Los seguidores de la música en directo y sobre todo, del rock, no pueden visitar Camden y dejar pasar la oportunidad de tomarse una pinta en el pub Barfly, localizado a sólo unos minutos de la parada de metro de Chalk Farm. Cada semana nuevos grupos desenfundan sus guitarras y afinan sus voces en el piso de arriba, al que se accede a través de unas escaleras situadas a la derecha de la entrada.
Josh Gimber, manager del pub desde hace 3 años, conoce bien la historia del local, así como las bandas y personajes que dejaron su huella en él. «Se podría decir que Coldplay y Blur se hicieron famosos tras su paso por Barfly», afirma Gimber; y aporta nuevos nombres como Oasis, Kaiser Chiefs o Franz Ferdinand.
A pesar de su juventud, tiene bien claro lo que representa Barfly en la historia del rock inglés y admite con nostalgia que actualmente el este de Londres le está ganando terreno a Camden en cuestión de rock, pero cuando los grandes grupos aparecieron, fue el norte quien se hizo eco de ellos y fue testigo de su crecimiento musical.
The Underworld y Dublin Castle son otros dos pubs dignos de mención. El primero de ellos acogió a artistas como Radiohead, Placebo, Offspring, Foo fighters o The Cramberries. El éxito del local se debe en parte a su adhesión al pub The World´s End, formando así un único espacio visitado tanto por residentes como por turistas. Finalmente, el Dublin Castle se enorgullece de ser el que lanzó a la fama al grupo Madness, y así lo demuestra con la exhibición de posters y fotos de la banda por el recinto.
Un poco de «relax»
En ocasiones el lugar de trabajo y el de ocio se intercambian y los músicos se relajan en los pubs tomando unas pintas. The Good Mixer era uno de los preferidos por Graham Coxon, guitarrista de Blur, por Travis o por los hermanos más problemáticos del britpop inglés: Noel y Liam Gallagher. «Hoy en día te puedes encontrar a otros músicos como Amy Winehouse», comenta Mike Smith, uno de los clientes habituales del local. «Llevo viniendo aquí doce años» afirma con una sonrisa entre los labios. Y es que en los pubs ingleses aún se puede respirar ese aroma a cerveza, rock y madera, que te transporta a esos años en los que las grandes figuras del rock apenas eran unos jóvenes con talento y muchos sueños por cumplir. Y son precisamente esos sueños y ese triunfo el que sigue inspirando a muchos otros que, con partitura en mano, se aventuran a probar suerte en los escenarios que tantas veces han sido pisados por estas estrellas inglesas.