El hallazgo sugiere que hay más planetas que estrellas en el universo
Hasta hace poco se creía que un planeta no es tal sin una estrella alrededor de la cual orbitar. Sin embargo, el reciente hallazgo de 10 cuerpos celestes del tamaño de Júpiter que flotan aislados de una estrella madre en el centro de la Vía Láctea supone un giro en el conocimiento de la formación y definición de los planetas, según un estudio publicado en la revista Nature por un equipo de astrónomos de la Universidad de Notre Dame en Indiana, Estados Unidos.
En la última década se han descubierto más de 500 planetas en el universo, pero muy pocos sin estrella y éstos siempre de un tamaño cinco o seis veces mayor al de Júpiter (el planeta más grande del Sistema Solar). Hasta entonces se creía que los planetas huérfanos se formaban de manera similar a las estrellas, pero el nuevo estudio defiende que dichos astros podrían haber sido expulsados de otros sistemas planetarios debido a fuerzas gravitacionales y colisiones interplanetarias. David Bennett, coordinador de la investigación, asegura que el descubrimiento no sólo confirma que este tipo de planetas existen en el espacio, sino también que son muy comunes. «Si se hubieran formado como las estrellas habríamos encontrado solo uno o dos, en lugar de 10», asegura.
Más planetas que estrellas
Gracias a este estudio, que se suma a otros previos, investigadores de diversos países afirman que el número de planetas solitarios, como también se les denomina, en el cosmos es el doble que el de estrellas. La investigación, explica Bennett, equivale a un censo de la población en el que analizando una parte de la galaxia «podemos estimar su número total extrapolando los datos». Además, por el momento no se pueden detectar planetas de menor tamaño que Júpiter o Saturno, pero la teoría sugiere que «planetas con la masa de la Tierra [el quinto más grande del sistema solar] serán expulsados más fácilmente y, por tanto, más comunes».
¿Nuevos planetas, nuevas formas de vida?
Los planetas hasta entonces conocidos necesitan de una fuente externa de energía para poder crear vida. Sin embargo, los científicos no descartan que sea diferente en el caso de los planetas huérfanos, pues algunos estudios muestran la posibilidad de que alberguen superficies habitables. «Si no están tan cerca de una estrella, no tienen un mecanismo que extraiga el hidrógeno atómico de su atmósfera», explica Bennet, «y si tienen la suficiente densidad de dicho hidrógeno, podría ser un gas de efecto invernadero muy efectivo».