Parece un historia sacada de un cuento. Pero así ha ocurrido. Tras dos décadas desaparecidos, con la policía y la Interpol tirándose de los pelos, los diarios de Darwin han sido devueltos de forma anónima a la biblioteca de la Universidad de Cambridge. Envueltos en una bolsa de regalo de color rosa y acompañados de una nota manuscrita que deseaba unas felices Pascuas al bibliotecario de la Universidad. Uno de los cuadernos contiene boceto del Árbol de la Vida del naturalista inglés y que data de 1837.
«Mi sensación de alivio por la devolución de los cuadernos es profunda y casi imposible de expresar adecuadamente», ha dicho al periódico The Guardian la doctora Jessica Gardner, que se convirtió en directora de los servicios bibliotecarios en 2017. «Yo, como muchas otras personas del resto del mundo, me sentí desconsolada al enterarme de su pérdida», añadió.
Los diarios de Darwin desaparecieron de la Universidad de Cambridge en el año 2000
Los diarios fueron vistos por última vez en noviembre del año 2000. Los cuadernos de Darwin fueron extraídos de una sala especial que contenía diversos manuscritos. La finalidad era fotografiarlos tras «una solicitud interna». De allí se trasladaron a un estudio temporal cercano a la biblioteca de la universidad. A los dos meses, tras un revisión rutinaria, saltaron las alarmas y los diarios se dieron por desaparecidos.
«Sabemos que fueron fotografiados en noviembre», dijo Gardner a la BBC el año pasado. «Pero no sabemos qué sucedió entre aquel momento y enero de 2001, cuando se determinó que no estaban en el lugar que les correspondía en los estantes», agregó.
El profesor Stephen J. Toope, vicerrector de la Universidad de Cambridge, dijo en unas declaraciones recogidas por The Guardian que estaba «increíblemente feliz de saber que los cuadernos han vuelto a su legítimo hogar«. «Objetos como éstos son cruciales para nuestra comprensión no sólo de la historia de la ciencia, sino de la historia de la humanidad», agregó.