El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, admite que las medidas relativas a la nueva reforma laboral no tendrán efectos a corto plazo, debido a la situación económica actual, tanto internacional como europea. Durante la sesión de control al Gobierno en el Pleno del Congreso de esta mañana, Rajoy ha puesto el acento en las reformas ya iniciadas por el Ejecutivo y a las que están en proyecto, de las que tilda de necesarias ya que con ellas “estamos sentando las bases para crecer en el futuro de manera sostenida y estable y por tanto generar empleo“.
La reforma laboral aprobada por el Ejecutivo ha sido la protagonista así como el nuevo enfrentamiento con el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, que aseguró que para él, la nueva Ley significará un despido libre y gratuito para contratos de un año, inseguridad para jóvenes y amenazas de despido si no se acepta la bajada de salario.“Entiendo que a usted no le guste la reforma, pero lo que teníamos antes no nos llevaba a ninguna parte», se justifica Rajoy ante el líder socialista.
El presidente del Gobierno se defiende resaltando la terrible situación de crisis por la que está atravesando España y justifica las medidas haciendo referencia a las cifras de paro. «Pierden mucho poder los sindicatos y las organizaciones empresariales, pero este Gobierno toma decisiones para el conjunto de los ciudadanos», añadió Rajoy. «Las medidas que estamos adoptando están a la altura de la gravedad de la situación que dejó el Gobierno socialista», concluyó el presidente.
Las dos Sorayas, la vicepresidenta y la portavoz socialista, se han enfrentado en un diálogo caracterizado por su gran dureza. Mientras la primera admitía que el PSOE «carece de elementos de crítica», la segunda hablaba de «55 días de involución y marcha atrás en derechos». Además, aseguraba que el Gobierno mintió en la campaña electoral por no admitir que abarataría el despido y subiría impuestos.
